jueves, 6 de agosto de 2009

¿QUÉ HACE UNA FLOR COMO TÚ EN UN SITIO COMO ÉSTE?

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Algo así me pregunté en el verano de 1980 fotografiando por primera vez las flores de la oreja de oso (Ramonda myconi) en los Pirineos. Singular planta que me recordó a las violetas africanas o del Kilimanjaro (Saintpaulia ionantha).

Estrenaba cámara, un modelo algo vetusto fabricado en la Alemania del Este. El mecanismo de apertura del diafragma me jugó tan mala pasada que todos los carretes se malograron. De aquel viaje inicial al Pirineo sólo se salvó esta diapo de la oreja de oso (y no es precisamente de concurso).





Con el tiempo, e innumerables recorridos pirenaicos, establecí con esa especie un vínculo de familiaridad y admiración. Lo segundo tras averiguar que orejas de oso y violetas africanas, en efecto, son parientes. Miembros ambos de la familia Gesneriáceas, ampliamente representada en la flora tropical de África, América, Asia y Oceanía.




¿FLORA TROPICAL EN LOS PIRINEOS?

La oreja de oso es un raro superviviente de la vegetación tropical que pobló los Pirineos mucho antes de que las glaciaciones cuaternarias entraran en escena. Esta planta procede de un mundo, una flora y unos paisajes radicalmente distintos a los que hoy contemplamos en Europa. Sus orígenes se pierden en los tiempos remotos del Eoceno, hace más de 33,9 millones de años (hasta un máximo de 56 millones de años). A comienzos de esa época la Tierra registró un importante cambio climático (máximo térmico del Paleoceno-Eoceno
) que calentó el agua de los océanos generando un ambiente húmedo y cálido.

El clima tropical lluvioso alcanzó hasta los 45º de latitud norte rebasando ampliamente la península ibérica (nuestro máximo septentrional es de 43º47’38’’N). Gran parte del planeta quedó cubierto de bosques y las palmeras arraigaron en Alaska y el norte del continente europeo.


JAMÁS LA TIERRA VOLVIÓ A SER TAN TROPICAL

Aquello 
no podía durar eternamente y, a mediados del Eoceno, sucedió un enfriamiento global que generó los primeros glaciares
de la Antártida. Jamás la Tierra volvió a ser tan tropical.

El continuado enfriamiento se prolongó -con interrupciones- hasta el siglo XX de nuestra era. Prácticamente al fin de tan enorme lapso acaecieron las glaciaciones cuaternarias, la última de ellas (Würm) comenzó hace 100.000 años y concluyó hace 12.000. La mayoría de la flora tropical de Europa desapareció o emigró a latitudes más sureñas. Pero el camino al ya lejano trópico tenía grandes obstáculos -como los Pirineos- cerrando el paso con su orientación Oeste-Este.



PAISAJES DE HOY CON OREJA DE OSO

La oreja de oso pudo subsistir refugiada en tres zonas del nordeste ibérico, que investigadores del CREAF (Universidad Autónoma de Barcelona) han conseguido detectar basándose en la variabilidad genética de las poblaciones actuales.


Que se sepa hasta hoy, la especie habita en Pirineos (España y Francia) y alrededores: desde el pirineo Navarro hasta la montaña de Montserrat (Barcelona) alcanzando como límite sur la Sierra del Montsià (Tarragona), su localidad más cercana a la costa. La adscripción de la especie a la flora pirenaica se debe a que en esa cordillera, sin comparación, es más abundante ocupando enclaves tanto en las alineaciones montañosas del Alto Pirineo como en las del Prepirineo.


Las flores de la oreja de oso no pasan desapercibidas abriéndose entre mayo y agosto, según zonas, altitudes (aprox. entre 300m y 2.300m) y cómo venga el año. La especie aparece generalmente en colonias, sobre rocas y paredones calizos, también sobre conglomerados, ubicados en ambientes más o menos umbríos siempre que conserven algo de humedad durante la floración.







¿SOPORTARÍA UN NUEVO CAMBIO CLIMÁTICO?

Quizá la oreja de oso tenga que enfrentarse -posiblemente lo haga ya- a otro cambio de clima. El actual calentamiento global sitúa a esta y otras especies relictas (propias de otras épocas) en grave riesgo de desaparición por un probable aumento de la aridez en el Mediterráneo.

En esta ocasión el cambio podría ser tan notorio y rápido que excediera la probada capacidad de adaptación de la oreja de oso. De ser así, las primeras poblaciones en extinguirse serían las ubicadas en las montañas cercanas al litoral catalán. Las últimas en hacerlo, las asentadas en el Alto Pirineo.




PLANTAS TROPICALES
LEJOS DEL TRÓPICO



MANUAL DE SUPERVIVENCIA


  • Encójase y aíslese si las cosas no van bien. La oreja de oso resiste períodos estivales secos, raros en el Alto Pirineo, aunque comunes en el Prepirineo y otras montañas mediterráneas. En tales momentos críticos la planta se deshidrata, encoge y repliega las hojas exhibiendo la tosca pelambre pardo rojiza que las tapiza por debajo y justifica el nombre común de oreja de oso. Así se aíslan y se preparan para que, llegando las lluvias de final de verano-otoño, el agua sature de humedad los pelos y la planta resucite.


  • Use las hojas como esponjas. Particularmente curioso es que la oreja de oso absorba agua de lluvia a través de la piel de sus hojas, capacidad que los científicos llaman poiquilohidría, rara entre vegetales superiores y más extendida, por ejemplo, en musgos.




  • Guarde agua y alimento. A ello añade la reserva de nutrientes que almacenan sus hojas, de consistencia algo correosa. Margen de seguridad ante eventos ambientales desfavorables que, además, da pie a otra sorprendente capacidad: la regeneración de la planta a partir de una hoja.


  • Clónese a sí misma. Como sucede con las violetas africanas, las begonias y diversas especies tropicales y subtropicales, una hoja separada de la planta puede enraizar y generar otra genéticamente igual a ella: un clon. Tal situación requiere condiciones idóneas en ambiente húmedo y templado.


  • Quédese en la sombra y evite la competencia. No se puede decir que la oreja de oso sea una especie exclusiva de la alta montaña, si bien no es raro dar con ella a 2.000 m de altitud en umbrías boscosas. La planta siempre se establece en roquedos que apenas reciban luz solar directa o que sean alcanzados por la sombra forestal. Enclaves pobres en suelo y luz, donde se reduce considerablemente la competencia con otras especies.


  • Resguárdese del frío. De algún modo, la oreja de oso está preparada para soportar bajas temperaturas en el invierno de la montaña pirenaica ¿cómo lo hace? La explicación está en el medio que habita. La superficie rocosa se caldea antes que el suelo. Y cuando la nieve cae permanece más tiempo en las umbrías dejando a la planta a resguardo de temperaturas exteriores aún más bajas. También se beneficia con la proximidad de árboles -especialmente pinos y abetos- que le otorgan sombra en verano y cobijo de la intemperie en invierno.


  • Prospecte nuevas oportunidades. Al igual que otras plantas especializadas en vivir empotradas en fisuras de las rocas, la oreja de oso produce cientos de semillas diminutas. Cada flor forma una cápsula que se abre para que el viento, quizá el agua, o incluso algún insecto, dispersen su ligera simiente. Miles de oportunidades pendientes del azar sin que la mayoría llegue a encontrar nunca el lugar adecuado. Todas van equipadas de protuberancias, unas papilas que tal vez permitan obtener mayor adherencia en la superficie rocosa y/o también pudieran servir para detectar la humedad del sustrato.


  • Tómese su tiempo. La germinación de las semillas es extraordinariamente lenta. En cultivo experimental he llegado a constatar que oscila entre 2 y 3 meses requiriendo pasar un período seco y algo de frío (ligeramente por debajo de 0ºC). El desarrollo del embrión exige altos niveles de humedad en el suelo, necesidad que se prolonga durante el dilatado tiempo que la especie dedica al desarrollo de sus plantitas.


  • Y sobreviva, aunque sea por los pelos. Las plantas recién salidas de la semilla resultan minúsculas, apenas visibles en sus primeros meses de vida. Lo único que en ellas recuerda a la planta adulta son los pelos que pronto cubren las primeras hojas. Tal premura indica la importancia de estos órganos en la fisiología de la especie...y posiblemente en su exitosa supervivencia a través de los tiempos.



RAMONDA Y SU FAMILIA

La oreja de oso pertenece a una familia ­­-las Gesneriáceas- predominantemente surafricana e integrada por 2.500-3.500 especies de distribución casi exclusivamente tropical y subtropical. El género Ramonda incluye a la oreja de oso (R. myconi) y a otras dos especies de los Balcanes (R. nathaliae y R. serbica). Además, hay un par de especies (Haberlea rhodopensis y Jancaea heldreichii) de la misma familia localizadas en enclaves rocosos de las montañas de Grecia y Bulgaria.


...DIECIOCHO AÑOS DESPUÉS DE AQUELLA FOTO

Dieciocho años después de mi primer encuentro con la oreja de oso saqué a la luz: "Flores del Pirineo" (Editorial Pirineo). Una guía fácil pensada para todos los públicos. En ella recogí parte de mis observaciones y aprendizaje sobre la flora pirenaica…pensando en quienes se preguntan qué hacen flores como esas en sitios así.


La guía ayuda a reconocer algo más de un centenar de especies que florecen principalmente durante el verano pirenaico, muy vistosas y en general fáciles de encontrar; incluidas algunas joyas exclusivas de la flora pirenaica.

Las descripciones no utilizan terminología científica, sino al alcance de todos. Para facilitar al máximo el uso de la guía, las especies van agrupadas por el color de sus flores.

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28 comentarios:

Montse Viver dijo...

Un exhaustivo estudio de la oreja de oso, y qué interesante. Me maravilla la gracia que tienen los títulos de cada capitulo, parece una guia para subsistir en períodos de crisis y a la espera de tiempos algo mejores, aplicable a otras especies en peligro de extinción, aunque éstas se lo buscan con su desprecio hacia las leyes naturales (raza humana).
Sorprendente tu fidelidad de seguimiento, dieciocho años...
No sé si conocias al etólogo que ha muerto hace unos dias, Jordi Sabater Pi, un enamorado de la naturaleza como tu, sencillo y trabajador.

Un abrazo Javier, y sigue con tu embeleso por la naturaleza, vale la pena.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muchas gracias, Montse por tus palabras.

En efecto, el manual de supervivencia para plantas tropicales lejos del trópico puede resultar muy útil a otras criaturas, también a los seres humanos (que al fin y al cabo somos originarios del trópico africano). Es cuestión de estrategias vitales y, en eso, quizá tengamos en común con la oreja de oso mucho más de lo que pudiéramos imaginar.

En cuanto a los 18 años de seguimiento, en realidad son más: echa la cuenta, desde 1980 hasta nuestros días (que aún sigo dedicándole tiempo a esta y otras especies de la flora pirenaica).

No tuve la suerte de conocer a Jordi Sabater Pi. Por lo que tengo entendido fue una figura relevante del panorama científico como primatólogo y etólogo. Un estudioso de los primates y su conducta, que tan en peligro quedan por sus primos hermanos, los humanos.

Otro abrazo, Montse.

Javier G. Pérez dijo...

Una auténtica fascinación es la que acabo de sentir por ésta guerrera de la adaptabilidad. No sé si el periodo de germinación lento, es un problema añadido o le favorece, porque en el resto de acciones biológicas parece ir bastante sobrada.

Una pregunta que me hago es: con tanta treta evolutiva de supervivencia gracias a sus extraordinarias dotes genéticas; ¿dónde esconde el cerebro?

Lástima, no disponer del tiempo necesario por el volúmen de mi trabajo de más ratos libres, para dedicarlos a plantas e insectos.
Saludos.

Jesús Dorda dijo...

Una vez más, querido Javier, mi rendida admiración por la meticulosidad de tu trabajo.
Nos das varias lecciones en una: botánica, paleontología, ecología, ...
Recuérdame que tengo que llevar la lupa cámara a tu casa para hacer detalles más ampliados, creo que se lo merece.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Comprendo perfectamente tal fascinación, Javier. Las estrategias de los supervivientes son, ni más ni menos, lecciones de vida y ejemplo de vitalidad.

En cuanto a la lenta germinación, puede relacionarse con la necesidad de que la semilla pase suficiente tiempo en condiciones de humedad favorables, lo que le garantiza que el lugar en que se encuentra es apto para su especie. Digamos que no es un inconveniente sino una "práctica prudente".

Y en cuanto al cerebro, ¿quién lo necesita estando tan bien dotado genética y evolutivamente?. Además, en nuestra especie, no parece que todos los individuos utilicemos eficientemente ese órgano.

Me alegro de que te interesara esta "guerrera de la adaptabilidad".
Otro saludo para ti, Javier.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muchas gracias, querido Jesús, por tus palabras. En cuanto a meticulosidad, se hace lo que se puede, si bien es cierto que cuanto más te adentras en el estudio de algo más grande resulta el objeto de estudio y más pequeño nuestro grado de conocimiento.

Te puedes traer a casa la lupa cámara cuando quieras. ¡A ver qué maravillas descubrimos en las macetas!

Máster en nubes dijo...

por Dios, Javier, no sólo meticulos ¡divertido a la vez! Los titulos de las estrategias de la oreja de oso son una maravilla, como todo el texto. Como la flor.

De verdad, qué cosas tiene la vida tan geniales.

Me lo he pasado bomba leyendo y aprendiendo, muchísimas gracias, Javier, pareces "riguroso" y a la vez entretenidísimo, dos cosas difíciles de tener a la vez

PS Bueno, lo de rigor no me gusta, vamos a decir exacto... que tampcoo pero en fin...

Un abrazo
Aurora

Josélez dijo...

Genial la entrada, una pasada. La ecología y las estrategias de supervivencia en plantas, una de las cosas más interesantes, sin duda (al menos para mí).
Un sobresaliente por lo ameno, por lo didáctico, por lo científico...
Y por cierto, envidia. Acabo de volver de Los Pirineos y no la he visto. Eso sí, he visto muchas que no conocía en persona (gracias en parte a tus libros he podido determinarlas) y la Ramonda se me ha resistido. Supongo que lo ha hecho para que vuelva, para tener una excusa (o eso quiero creer yo, para volver).
Yo también me lo he psado bomba, un saludo muy efusivo.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muchas gracias, Aurora, por tus palabras. Intento ser rigur-oso..y más con la oreja de-oso.

Entiendo que la divulgación ha de servir para aportar conocimiento difundiéndolo de modo ameno, y si encima es divertida ¡miel sobre hojuelas (o sobre floruelas)!. Es lo que entiendo y lo que intento. De todos modos, la oreja de oso da para mucho. Bueno, como muchas otras plantas, animales, y hasta incluso personas.
Otro abrazo, Aurora.

Joselez, también te agradezco tus amables y entusiastas palabras. Tengo que darme una vuelta por tu blog (que me dejaste intrigado con tu crucero). Me alegro de que hayas disfrutado ese reciente viaje a Pirineos, aunque no encontrases a la oreja de oso...y supongo que, tampoco, al oso (ni siquiera desorejado). Es para mi una gran satisfacción saber que mis humildes guías puedan servir de algo, con ese ánimo las escribí. Muchas gracias por haberlas llevado de compañía. Y no te preocupes por no haber hallado a la oreja de oso, depende de por donde estuvieras, pero me atrevería a decir que ella si te vio a ti y que, por supuesto, seguirá allí esperando a que vuelvas. Las flores tienen esas cosas...
También para ti, otro muy efusivo saludo, Joselez.

ANZAGA dijo...

Me ha encantado. Post muy elaborados. Enhorabuena.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Hola Anzaga (Un paseo manchego), ¡bienvenido seas a este nuestro último rincón!

Agradezco sinceramente tu comentario y el gesto de apuntarte como seguidor (¿sigues ahí?). Es un honor contar con una audiencia de tanto nivel. Conozco tu blog y voy a hacer todo lo posible por conocerlo más. Me parece un excelente lugar para pasear por La Mancha y parte del extrajero...

Saludos.

Anónimo dijo...

Interesante entrada.
Me ha gustado mucho ver "la oreja de oso" en estas fotos que nos regalas, son preciosas.
Y tengo que agradecerte el haber aprendido tanto de ellas, pues tus explicaciones son muy completas y amenas lo que hace querer saber más y más sobre el tema.

Un abrazo y enhorabuena.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Bienvenida y gracias, Neli (El Rincón de Neli).

Me alegra comprobar que la oreja de oso despierta ese interés. A veces uno se centra tanto en algún tema que no sabe hasta qué punto puede llegar (¿a aburrir?) a los demás.

Afortunadamente a la oreja de oso, además de fotogenia, no le faltan atractivos ecológicos. Y creo que aún tiene mucho que desvelarnos en relación a cómo llegó hasta nosotros.

Otro abrazo.

Ricardo dijo...

¡Genial, como siempre!
No podia faltar la "joya de la corona". De tanto comentar a lo largo de los meses los lentos progresos de las pequeñas orejas de oso ya son como de la familia.
El manual de superviviencia es ingenioso y divertido.... muy bueno.
Queda pendiente el paseo cuando pase el verano (que con este calor es horrible).
Un saludo.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

¡Hola Ricardo!
Muchas gracias por darte un paseo por El Último Rincón, espero que te resulte refrescante.

Bueno, pues sí, aquí está la protagonista de tantas charlas de este año tomando el café de media mañana o a los postres de la comida. Como ves, la planta da para mucho...¡y que no me tiren de la lengua!

Y, claro que sí, daremos ese paseo por tus tierras serranas.

Un abrazo.

Fernando Avila dijo...

Hola Javier:

Gracias por transportarme a las frescuras pirenaicas y aliviar los calores meseteños.
Con cada entrada revivo viajes y excursiones que hace tantos años compartimos. Nosotros vamos cambiando pero ahí están las mismas orejas de oso que año tras año consiguen sobrevivir, pero ¿hasta cuándo?. Tendríamos que escuchar (con oreja de oso)a la sabia Naturaleza y aprender a sobrevivir con lo mínimo. Toda crisis viene por el derroche y la ambición de unos pocos que hacen sufrir a la gran mayoría.
En fin, todo un tratado de divulgación, amenidad y rigurosidad.

Un abrazo,

Fernando

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Gracias a ti, Fernando, por haber sido inseparable compañero de aquellas excursiones. Y muy particularmente de aquel primer viaje a los Pirineos a bordo de tu Citroën Dos Caballlos, con todo el equipo de supervivencia encima. Días gloriosos de descubrimentos -entre ellos la misma oreja de oso- con pocos medios y mucha ilusión.

Un fuerte abrazo, Fernando.

Máster en nubes dijo...

Lo dicho en otro lado, se espera con expectación tu próxima entrada ;-) (no es por presionar oiga..., es la novedad que siempre gusta)
Hala, un abrazo
Aurora

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Se agradece la ligera presión, Aurora.

Un poquito de calma, que todo llega y la próxima está en camino. No lo puedo evitar, les doy muchas vueltas...hasta que me mareo y lo suelto.

Un abrazo, Máster.

Angel Febrero dijo...

hola javier, que ilusión saber de ti de nuevo, que tal va todo? espero que muy bien, sabes nunca se me olvidara que de tu mano publique mi primer dibujo en la revista Quercus,(una familia de musarañas)despues de eso como ves he seguido en el ajo, en fin tenemos que quedar un dia a tomarnos unas cervecitas... asi que cuando quieras...espero tus noticias, un fuerte abrazo,
Angel Febrero

Lienzo tierra dijo...

Ya echaba yo de menos la fauna y flora de España y el culturizarme con vuestros blogs.

Muy interesante. Me he sentido identificada con la Oreja de Oso, no sé por qué.

Un saludo!!!

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Hola, Ángel, me ha encantado encontrarte de nuevo. Se ve que los blogs sirven para mucho más de lo que uno creía.

Bienvenida, de regreso, Mamen. A decir verdad, también me identifico con la oreja de oso. ¡Claro, tengo las dos orejas bien pertrechadas de pelo! (hombre y oso...)

Gracias por asomaros.

El Naturalista dijo...

Hola, no he podido evitar curiosear por tu blog... ¡y me encuentro con esta obra maestra de los posts! Vamos, a efectos prácticos, con un artículo de la Quercus en toda regla.

Por lo que cuentas tan amenamente que ni me he enterado al leerlo, parece que la oreja de oso es una planta que sigue la estrategia de resistencia al estrés (las otras dos en plantas serían la competitiva y la ruderal). Quizá no sea ninguna casualidad el que precisamente este paleoendemismo siga esa estrategia. Porque millones de años de cambios climáticos, de expansiones y retracciones del área habitable para plantas tropicales en Europa, quizás hayan seleccionado precisamente a esta clase de plantas en el Pirineo. Se me ocurre, vamos, pero ni idea...

(Por "deformación montaraz", no he podido evitar acordarme de los musgos de "mi monte" cuando hablas de poiquilohidria, es alucinante que la evolución llegue una y otra vez a las mismas soluciones.)

Saludos naturalistas, ¡y cuenta con un nuevo lector!

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Gracias, Naturalista, por pasarte por El Último Rincón, por tus amables palabras y tus interesantes observaciones.

No tengo muy claro si la actual supervivencia de la oreja de oso se debe a adaptaciones a medios temporalmente secos, ya adquiridas en su pasado tropical, o si responden a una cualidad desarrollada por algunos individuos que acabó siendo la clave para la permanencia de la especie. Sea como fuere, lo único claro es que se trata de una planta rupícola (ambiente en el que no es de extrañar que en ocasiones falte humedad al sustrato) y que su óptimo actual parece estar en el piso montano de los altos valles pirenaicos, donde sus mejores hábitats no presentan sequía en verano (salvo raras excepciones o años extraordinariamente secos). Con eso y con todo es una especie muy resistente…y eso siempre ayuda.

Saludos, naturalistas.

juanmir dijo...

Pedazo de Paleoendemismo.Me encantan los fósiles y si son vivientes aún más.
Son como bolas de cristal donde puedes ver el pasado en vez del futuro.
Un saludo

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Bienvenido Juanmi a El Último Rincón, además de fósiles vivientes (servidor mismo, sin ir más lejos) espero que encuentres otros temas de tu interés.

Otro saludo para ti.

Anónimo dijo...

Sr. Barbadillo,
Al comenzar hoy a leer su artículo, al que he llegado buscando información sobre la flor africana Saintpaulia, le tengo que confesar que me ha parecido soberbio y dándoselas de entendido cuando leía la parte donde menciona lo que le pasó con su cámara (diafragma, etc) y algún comentario más adelante. Me he dicho a mi misma, "aquí tenemos otro hombre de la raza humana que le encanta dar a entender a los demás cuánto sabe" (por ejemplo, cuando dice que la foto de la flor pirenaica no era para concurso, queriéndonos dar a enterder que usted es capaz de eso y mucho más). Es posible que lo sepa hacer mucho mejor pero no parece gustarle la mediocridad. En fin, perdone si le molesto con mis comentarios.

El caso es que luego he seguido leyendo la parte práctica, la que me ayuda a comprender mejor cómo sobrevive esta plantita que tengo en casa, la cual el año pasado me deleitó con una muestra contínua de flores lilas, tan inesperada como deseada. Ahora entiendo cómo sobrevive cuando me olvido de ella dos o tres semanas sin darle de beber o cuando no le quito el agua sobrante. Entiendo por qué tiene pelitos y es tan carnosa. Sus explicaciones son tan claras y van tan directamente al meollo de la cuestión que no he parado de leerlas, pues así de fácil era la lectura. Genial. Qué bien escribe usted. Blogs así merecen la pena leerlos y vaya regalo más altruista para todos aquellos que no tenemos dentro de nosotros un espíritu que nos lleva a investigar con tensón lo que nos gusta. Enhorabuena.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Estimada Anónima:
Lamento mucho haberle dado esa impresión respecto a mi persona. Nada más alejado de mi modo de ser. Quienes me conocen pueden confirmarlo.
A la vez, me alegro de poderle ser útil en su búsqueda de información para comprender un poco mejor a esa Saintpaulia, prima de nuestra Ramonda myconi.
Agradezco su lectura y comentario...y espero que en este blog encuentre más temas de su interés.
Un cordial saludo.