viernes, 11 de diciembre de 2009

CUANDO LA NIEBLA ES PAISAJE

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Cuando la niebla es paisaje la tierra se vuelve muda, los oídos sordos y la mirada humo. Un hálito de espíritu desvanece colores, formas y caminos. Inocuos fantasmas nos tocan la piel para advertirnos que es el mágico momento de los tiempos perdidos.



Más niebla:

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27 comentarios:

Carmen Montoro dijo...

Qué hermosas imágenes, Fcº Javier, y que emotivas y sencillas palabras jugaron con la niebla bajo tu batuta. También poeta... que bien!

Besos y abrazos!

El Naturalista dijo...

Recuerdo un anochecer increíble de niebla en las Tablas de Daimiel. Ese día entendí por qué los pantanos se tienen en algunas culturas por lugares tenebrosos y de misterios. Porque lo fantasmagórico de la niebla nos impone tanto como puede llegar a fascinar, hasta en... el último rincón.

Javier G. Pérez dijo...

Touché.
Es lo que tiene de aborrecible y a la vez encantador la niebla: no ves bien a los pájaros, pero te ofrecen una visión misteriosa de los paisajes, descubriéndolos poco a poco, mientras se desvela y, los espacios van recuperando sus formas.
Una brevedad intensa y selecta la tuya Javier.
Saludos

Ars Natura dijo...

Días mágicos de niebla.
Muy bonitas las fotos.

ana dijo...

A mí la niebla me recuerda la llegada a O´Cebreiro, peregrina, ya metidos en la noche...

... allí el silencio, lo inmóvil, la mirada de humo.
Magia y misterio.

La niebla lo hizo inolvidable. Es siempre sobrecogesora... ¿será por esas caricias provenientes de tiempos perdidos?...

Escueto y emocionante post.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Unas bellas imágenes que no podían tener mejor acompañamiento que estas palabras que acompañas.

La niebla tiene ese halo de misterio que todo lo envuelve y nos hace creer en los tiempos perdidos que nunca hemos conocido.

Un abrazo grande.

ANZAGA dijo...

Acabo de salir de la niebla en un estupendo paseo y me encuentro nuevamente con ella...

Preciosas fotografías. Misterio, lugares para esconderse y también para descubrir a "escondidos"...

Abrazos.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

ENTRE LA NIEBLA OIGO PALABRAS…Y SALGO A VUESTRO ENCUENTRO


¿Qué tal Carmen? La Naturaleza regala a los paisajes, de vez en cuando, un velo vaporoso. ¿Quién no sería poeta ante ocasiones semejantes?
Me alegro de que te haya gustado. Besos y abrazos para ti.


Gracias, Naturalista, por internarte hasta el último rincón sumido en esa niebla…que también queda en nuestros mejores recuerdos. Imagino el espectáculo que refieres en Las Tablas, niebla entre las aguas y algún que otro sonido extraño. Verdaderamente lugares así nos conectan con la ancestral memoria de nuestra especie.
Saludos naturalistas.


Tus palabras, Javier, son las de un experto…un doctor en nieblas, diría yo, si consideramos que ese fenómeno meteorológico es parte esencial de los paisajes ribereños de Zaragoza. El Ebro enhebra de niebla las tierras de Aragón. Bueno, en el Pirineo tampoco os faltan, y como muestra: las fotos de esta entrada.
Saludos en la niebla, Javier.


Hola Ars. Magia, eso es (aparte de humedad, claro está). Las nieblas difuminan la materia del paisaje transformándolo en intuición.
Es una lástima que las fotos de la entrada no tengan la calidad que hubiera deseado, aun así agradezco sinceramente tu amable calificación.


Gracias por tu visita, Ana. Quizá la niebla nos sobrecoge porque es una venda en nuestro principal sentido: humo en la mirada. Y así altera nuestra percepción del paisaje, nuestras emociones y recuerdos.
Otro abrazo para ti.


Sí, Neli, la niebla es un halo, un misterio envolvente…tal vez la atmósfera de los sueños y los remotos recuerdos.
Agradezco tus palabras amables, Neli. Recibe otro gran abrazo.


Bienvenido, ANZAGA, a esta otra niebla. Desde luego, la misma niebla que todo lo esconde es en sí el mejor refugio para quienes gustan pasar desapercibidos.
Disfrutemos de las brumas, de las nieblas, de los paisajes inciertos.
Abrazos para ti, y muy agradecido por tus palabras.

Lluís Sogorb dijo...

Que pocas palabras has necesitado para describir ese bello y cautivador fenómeno que es la niebla. Es un tema al que me gustaría plasmar algún día en la pintura, pero primero hay que conseguir estar a la altura al menos de querer intentarlo.
Un saludo... ¡bellísimas fotos!

Anónimo dijo...

Me gustaría saber si es común llamar "niebla encaramada" a la escarcha que aparece de madrugada cuando la noche anterior ha habido niebla. Se lo he oído decir a mi madre muchas veces. Ella es de Burgos.
Muchas gracias.

Raúl M. Olmos dijo...

Qué bonitas palabras Javier! Y Qué difícil se hace la fotografía cuando hay niebla, eso sí cuando se consigue como en tus fotos, se conviertes en fotografías espectaculares y misteriosas...
Saludos

Bibiano Montes dijo...

Fascinante la niebla y entrada,F.Javier.
La niebla rompe la monotonía de un paisaje conocido, haciendo que de pronto estemos en otro mundo, tanto que en ocasiones me he desorientado por no decir perdido. Eso sí a veces también se hace una "miaja" pesada como me ocurrió en Galicia durante el camino de Santiago
Un saludo,

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

La verdad, Lluís, es que a la niebla le sobran las palabras…¡pero algo había que decir!. No sé qué es más complicado, si escribir (describir) la niebla, o fotografiarla, o –no digamos- pintarla.
Gracias y saludos, Lluís.

Estimado Anónimo: hasta donde mi memoria y conocimiento alcanzan, no tengo constancia de que en Burgos –al menos en la zona de mi familia- se emplee la expresión “niebla encaramada”, si acaso sería más probable llamarla “niebla encalamada”…porque al helarse pueda producir carámbanos, palabra ésta que procede del latín calamus. Es posible que la expresión “niebla encaramada” sea una deformación de “encalamada”.
Sea como fuere. Muchas gracias por visitar El último rincón.

Hola Ramuol. Me alegro de que te guste la entrada…y me da ánimos considerando la calidad de tus trabajos fotográficos. Retratar la niebla es un poco retratar fantasmas: nunca sabes lo que va a salir, pero si sale algo parece de otro mundo.
Saludos para ti, Ramuol.

Bibiano, ya somos dos perdidos…en la niebla. Bueno, seguro que le ha ocurrido a muchos más. Lo importante es no perder la calma, especialmente en la alta montaña.
Gracias por pasearte entre estas brumas. Saludos.

Anónimo dijo...

Vaya, eso de la procedencia de la palabra carámbano no lo sabía. Bien pudiera ser que provenga de ahí la expresión "niebla encaramada". De todas formas, sea o no sea así, te agradezco mucho la aportación.
Es un fenómeno que me parece muy bonito. Al menos lo que yo he visto por La Bureba.

Muchas gracias.

Lienzo tierra dijo...

Preciosa entrada.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Estoy seguro, estimado Anónimo, de que las nieblas de La Bureba son bellísimas, especialmente acompañadas por esas gélidas temperaturas burgalesas que purifican el paisaje.

Mamen, gracias por tus palabras. Un comentario minimalista...y ojalá merecido.

Anónimo dijo...

Pero qué fotografías más hermosas. Me encanta la niebla, desde siempre, y el halo de misterio que imprime sobre un paisaje este fenómeno meteorológico.

Enhorabuena, comos siempre, por traernos entradas tan sugerentes.

Anónimo dijo...

Soy yo otra vez, para decirte que, esta vez es a la familia de mi padre (La Rioja), a quienes les he oído llamar "calamaca" al goteo de la nieve/escarcha descongelándose y que cae de los árboles. También pudiera ser que provenga de "calamus", hasta ahora siempre había pensado que se refería a lo que cala ese goteo.

¡Felices fiestas!

juanmir dijo...

Preciosas fotos y precioso texto, la niebla tambián representa el hálito de vida para gran cantidad de líquenes, gracias a ella pueden vivir por éstas latitudes.
Un saludo.

Jesús Dorda dijo...

Las nieblas son espectaculares, sobre todo en bosques y dehesas.
Y como siempre, lo expresas de una manera muy especial.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Gracias Trotalomas. Somos muchos los amantes de la niebla y su misteriosa presencia en el paisaje. Compartir nieblas es como soñar un mismo sueño.
Saludos.


Hola Anónimo (y reincidente, que además agradezco). Es sorprendente la cantidad de vocablos que en nuestras tierras designan los más variados fenómenos meteorológicos. Nunca había oído la expresión “calamaca”. En este caso, y sólo es una hipótesis, podría ser un equivalente del “calabobos” (llovizna continua) castellano. Lo digo apoyándome en la existencia del adjetivo maco-a derivado del latín maccus que equivale a tonto, estúpido. Lo dicho, es una suposición.
Saludos y felices fiestas también para ti.


En efecto, Juanmi, la niebla y las brumas son una bendición especialmente en ambientes áridos. Líquenes y también plantas se benefician de ella como recurso fundamental para la captación de agua.
Otro saludo y gracias por visitar este (último) rincón.


Muchas gracias, Jesús, por tus palabras. Siempre nos asombran y hasta sorprenden las nieblas, es como si no hubiera dos iguales. En bosques y dehesas parecen transportarnos a un tiempo de druidas, de brujas, de duendes, de seres marginales íntimamente ligados a la Naturaleza.

jaimemarlow dijo...

Hola, Sr. Barbadillo.
Preciosa foto y preciosa niebla.
Y, además, preciosa iglesia. ¿Podrías decirme dónde está?

Saludos.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Gracias, Jaimemarlow, por asomarte a este rincón y a estas nieblas.
Si mal no recuerdo la foto la hice (hace algunos años)cerca de Sos, un pueblecito del Valle de Benasque, en el Pirineo Aragonés.

Saludos para ti.

Casía dijo...

preciosas fotos, hace que nos dé un respigo.
felices fiestas de una asturiana algo novata por estos lares

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Pues, bienvenida Loli...ya sabes donde está El último rincón, también tuyo.
Gracias por tus palabras. Te deseo unas Felices naVIDAdes y proESPERO 2010

Josélez dijo...

Preciosas fotos y preciosas palabras, Javier.

De lo fantasmagórico y mágico que puede ser un día de niebla nos has hablado, pero sólo se puede saber si lo has vivido... entonces es algo que te conecta con tu yo, con la naturaleza, te ransportan, como tu dices... Es muy bonito.

Un abrazo

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Verdad es Josélez que fantasmas y magia no le faltan a las nieblas. Y hay que vivirlas para ver su misterio nublándonos la razón.
Algo de místico tienen.

Otro abrazo para ti.