lunes, 20 de agosto de 2012

LA INADVERTIDA UTILIDAD DE LOS CARDOS

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ENTRE LEGENDARIOS Y MAL VISTOS
Cuenta una leyenda que cuando el ímpetu vikingo se expandía por Europa los navegantes guerreros arribaron a las costas de Escocia intentando sorprender a un campamento escocés. En plena noche, uno de aquellos vikingos pisó un cardo y sus gritos despertaron a los escoceses, que finalmente vencieron. Desde entonces Escocia exhibe con orgullo un cardo como emblema nacional.
Aunque el cardo escocés (probablemente Cirsium vulgare) adquirió la categoría de mito, lo normal entre nosotros es maldecir estas plantas considerándolas símbolo de fealdad y mal carácter. Sin embargo, entre las más de cien especies de cardos que pueblan los paisajes de España hay plantas muy útiles y, por qué no, bellas.
Cardo lanudo (Cirsium eriophorum). Cantabria.


TRES FAMILIAS DE CARDOS
Las plantas ibéricas popularmente denominadas cardos se incluyen en tres familias botánicas: Umbelíferas, Dipsacáceas y Compuestas. En rigor, cardos deberían ser sólo las especies pertenecientes al género Carduus de las Compuestas, pero el nombre común se hizo extensivo a multitud de plantas herbáceas dotadas de espinas. La mayoría vive dos o más años existiendo cardos enanos de no más de 2 dedos y gigantes que sobrepasan los 3 metros. Las flores pueden estar pegadas al suelo o ser espigadas y altivas siendo siempre cada aparente flor la suma de numerosas florecillas.
Flor de cardo mariano (Silybum marianum). Sierra de Guadarrama.

MEDICINAS Y VENENOS
De los cardos lo mismo se extrae medicina que veneno. Al primer caso corresponde el cardo mariano (Silybum marianum) cuyos frutos contienen sustancias flavonoides indicadas en insuficiencias hepatobiliares y en hepatitis agudas y crónicas. Al segundo caso pertenece el cardo yesquero (Echinops ritro) que genera un alcaloide tóxico -equinopsina- equiparable a la estricnina y la brucina.
Flores de cardillo (Scolymus hispanicus).
Campos de cultivo en Burgos.

ALIMENTO
Los cardos también están ligados a la dieta humana. Las deliciosas setas de cardo sólo se desarrollan sobre las raíces del mencionado cardo corredor. No obstante, el cardo comestible por excelencia es la alcachofera (Cynara cardunculus var. scolymus). Domesticada por el hombre, la alcachofa es excelente alimento indicado para diabéticos por disminuir la cantidad de azúcar en la orina. Otro cardo culinario es el cardo de huerta (Cynara cardunculus), muy estimado en la cocina aragonesa. En diversas regiones se recolecta cardos silvestres, en especial los cardillos o tagarninas (Scolymus maculatus, Scolymus hispanicus), consumiendo las raíces o las pencas de las hojas. Los anteriores cardos tienen la curiosa propiedad de cuajar la leche. Tal sucede con el cardo de huerta, cuyas flores secadas se maceran en agua para fabricar cuajada. O con el cardillo (Scolymus hispanicus), que elabora principalmente en sus hojas el fermento lab productor de cuajo.

COLORANTES NATURALES
Además, el cardillo y el alazor o azafranillo (Carthamus tinctorius) se usaron como sucedáneo del azafrán. Sin olvidar que los pigmentos rojos y amarillos del alazor sirvieron como colorete para damas de otros tiempos.

Cardencha (Dipsacus fullonum). Sierra de Guadarrama.

UN CARDO MUY APAÑADO
La palabra cardo proviene del latín carduus, que a su vez parece derivar de carrere: cardar o rascar. El cardar fue tarea esencial en la antigua industria de la lana y es la cardencha (Dipsacus fullonum) el cardo que emplearon los cardadores para peinar y afinar paños de lana. Tan apreciada fue esta herramienta que se cultivó para ello una variedad de la planta. Sobre las cardenchas puede leerse una curiosa entrada en el blog La Naturaleza que nos queda, de Javier 16
Flor de carlina (Carlina acanthifolia). Pirineo aragonés.

PLANTAS DE CULTO SOLAR
Existen cardos que componen una figura similar al Sol, astro benéfico en la tradición popular. Esto motivó que las carlinas (Carlina acanthifolia) se clavasen en las puertas de las casas pirenaicas como amuleto frente a brujas, rayos, enfermedades…Y de paso las grandes flores de esas carlinas hacen las veces de barómetro: con tiempo seco semejan un sol de rayos extendidos mientras que la humedad los repliega.
Carlinas (Carlina acanthifolia) clavadas en una puerta. Pirineo de Andorra.

DE MAR, DE CAMPO, DE MONTAÑA
Teniendo asegurado el sol los cardos arraigan en una insospechada variedad de hábitats. El cardo marino (Eryngium maritimum) gusta de playas, dunas y franjas costeras arenosas.

Cardo marino (Eryngium maritimum). Playa del Algarve.

Algunas altas cordilleras mediterráneas, desde Pirineos al Atlas, dan asiento a un bello cardo azulado (Eryngium bourgatii).

Cardo azulado (Eryngium bourgatii). Cantabria.

Tampoco faltan en nuestras montañas joyas botánicas como el cardo de nevero (Carduus carlinoides), endemismo pirenaico-ibérico que supera con facilidad la cota de los 2.000 m instalándose en zonas donde se acumula más la nieve.

Cardo pirenaico (Carduus carlinoides). Pirineo aragonés.

Mientras, el modesto cardo corredor (Eryngium campestre) se cría por descampados y eriales al igual que las tobas (Género Onopordum). Y en orillas de ríos, en prados húmedos o incluso en turberas florece un cardo palustre (Cirsium palustre).

Cardo corredor (Eryngium campestre). Sierra de Guadarrama.


EL QUE NO CORRE, VUELA
Los cardos han desarrollado métodos de multiplicación muy eficaces en ecosistemas sometidos a alteraciones y degradación. Esto explica la frecuencia con que surgen en baldíos, cunetas, desmontes, caminos y barbechos, incluso en lugares prácticamente desérticos. El cardo cundidor (Cirsium arvense) posee raíces que generan nuevas plantas. Paradójicamente el arado es su mejor aliado. El cardo corredor desprende con el viento su tallo seco y echa a correr dispersando semillas por los campos despejados. Y, como el que no corre vuela, numerosos cardos de la familia de las compuestas producen vilanos: semillas con una pelusa que los ayuda a volar alejándose a grandes distancias. Así invaden nuevos territorios.
Cardo borriquero o toba (Onopordum sp). Sierra de Guadarrama.


VIVIR ENTRE CARDOS
Donde abundan los cardos se desarrolla una barrera infranqueable y un auténtico refugio para animales y plantas del entorno. Las orugas de la mariposa vanesa de los cardos (Cynhtia cardui) se alimentan de hojas de cardo de los géneros Carduus y Cirsium. El nombre científico de los jilgueros (Carduelis carduelis) hace mención  a su costumbre de picar semillas de cardo como sustento otoñal e invernal.

…Pero, encontraréis más información sobre quién habita los cardos en el blog Notas de campo y jardínde Jesús Dorda...a quien agradezco la cesión de varias fotos que acompañan este texto. No os perdáis estas entradas:

Ponga un cardo en su jardín 
El ecosistema cardo


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32 comentarios:

Jesús Dorda dijo...

Después de leer esta entrada nos lo tendremos que pensar dos veces antes de llamarle cardo a alguien antipático. Los cardos no decepcionan.
Supongo que por verlo muy de tarde en tarde el cardo azulado es uno de mis favoritos. El tono que tiene me parece inimitable. Es como la versión de lujo del cardo corredor.
Un abrazo

Pedro L. dijo...

Hola

He leído las dos entradas, la tuya y la de Jesús y se han complementado muy bien, enhorabuena.
Los tonos azulados de algunos cardos siempre me han llamado la atención, hacen que la planta sea bien visible además de bonita, claro.

Un saludo

joaquín dijo...

Una magnífica entrada para reconciliarnos con unas plantas en muchas ocasiones denostadas

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Estoy de acuerdo contigo, Jesús, el cardo azulado es uno de los más hermosos...y además crece en parajes muy bellos de nuestras altas montañas.
Otro abrazo para ti.

Hola, Pedro. Esos tonos azulados que mencionas son la especialidad del cardo azulado (como no podía ser menos). Lo curioso de esta especie es que lo mismo genera individuos de un azul casi metálico que prácticamente blanquecinos (también recibe el nombre de cardo blanco). La razón la desconozco...sería interesante averiguarlo.
Gracias por tus palabras. Otro saludo para ti.

Gracias, Joaquín, por tu comentario y por tu sensibilidad hacia estas plantas (que también se lo merecen).
Saludos.

Ars Natura dijo...

Un tema muy pintiagudo este de los cardos...

A mi también me gusta muchoh el cardo azulado de las montañas, aunque en otoño siempre es grato encontrar un lugar lleno de cardos corredores donde seguramente se porán recolectar algunas setas (de cardo, por supuesto) y los grandes cardos usados antiguamente para cardar la lana ahora atraen a numerosas aves que bien para alimentarse de sus semillas o bien para acerlo de los insectos que atraen sus flores, siempre tienen compañía.

Muy buena entrada.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Hola, ARS. Muchas gracias por tus palabras. Estoy seguro de que tu privilegiada mente fotográfica siempre hallará inspiración en la belleza de estos cardos. Belleza útil para vivir mejor.
Saludos.

rioMoros dijo...

Da gusto leer artículos tan bien escritos como los que haces.
A veces, lo que tenemos más cerca es lo más desconocido y es de agradecer que haya gente que lo sepa divulgar de manera sencilla y eficaz.
Sigue así.
Saludos

rioMoros dijo...

Por cierto, te agradecería que habilitaras las opciones de compartir en redes sociales porque me facilita subirlo a Twitter.
Saludos

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Hola, Riomoros. En efecto, lo más cercano también guarda sorpresas y siempre nos enriquece como recurso natural y como fuente de conocimiento...¡Los cardos no van a ser menos!
Agradezco tus amables palabras, más viniendo de alguien tan implicado en la divulgación a través de internet.
En cuanto a la opción de compartir, he tenido problemas con la que utilicé. Lo solucionaré lo antes posible (gracias por la observación).
Mis saludos para ti.

Teté M. Jorge dijo...

Nunca tinha lido nada tão completo sobre os cardos. Agradeço toda a sua explicação que a mim me foi muito útil.
Eu, particularmente, sempre achei os cardos bonitos, de uma beleza exótica, sensível, poética...

Felicidades, amigo. Espero que tudo esteja caminhando bem para você.
Beijo carinhoso.

rioMoros dijo...

Ya funcionan los botones y van muy bien.
Saludos

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Sim, Teca, cardos conter uma beleza peculiar ... depois daqueles espinhos. Há uma beleza simples, é preciso saber perceber.
Muito obrigado por seus comentários encorajadores. Não sendo exatamente um ano esplêndido. Nós sobreviver como estamos esperando por tempos melhores.
Outro beijo para você.
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Sí, Teca, los cardos encierran una belleza muy particular...tras esas espinas. No es una belleza fácil, hay que saber percibirla.
Muchas gracias por tu alentador comentario. No está siendo precisamente un año espléndido. Sobrevivimos como podemos esperando tiempos mejores.
Otro beso para ti.

Me alegro de que funcionen esos botones, Riomoros. Gracias. Ojalá sean tan útiles como utilizados.
Saludos.

Mabel G. dijo...

Valioso artículo el tuyo, Fco. Javier y con unas fotos hermosas. Sabía lo del cardo como alimento, pero muy "por arriba" y la leyenda del cardo con los vikingos me resultó interesantísima.
¿sabes? a mí siempre me gustó mirar los cardos (de lejos, por supuesto) y la considero una flor salvajemente hermosa.
Un saludo !

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Gracias por pasear por aquí, Mabel. Las flores de algunos cardos merecen una observación muy cercana, tanto por su belleza como por la cantidad de animales que atraen. Aunque, por supuesto, hay que guardarse de esas espinas, que para algo las tienen...¡que se lo digan a los vikingos!
Otro saludo para ti.

Lienzo tierra dijo...

Nunca pensé que hubiera tanto cardo. Me gustaron mucho las carlinas.

Curiosa entrada.
Un saludo Fc Javier.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Pues sí, Mamen...hay mucho cardo en este país. Y eso que dejo para otra ocasión a plantas tan interesantes como los cardones canarios, que parecen cactus y sin embargo son euforbias (como la conocida flor de pascua). En esta entrada me he limitado a algunos cardos ibéricos.
Lo de las carlinas es compartido, tienen un halo especial por su belleza y tradición cultural.
Gracias por comentar. Otro saludo para ti.

Honorio dijo...

Muy buen artículo, me ha encantado como ferviente admirador de los cardos que soy. Además del cardo azul tan escaso en nuestro Guadarrama, me quedaría con la sutil belleza del hermano menor (eryngium tenue) que pasa desapercibido pero gana en las cortas distancias, de otro precioso cardo de flores azules que es el echinops ritro y de algunos onopordon sobre todo cuando sus flores rosa chicle empiezan a brotar...
Enhorabuena por el blog.
Un saludo

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Cierto, Honorio, los cardos azules resultan especialmente atractivos. Difícilmente nadie pueda afirmar que no le gustan los cardos si no ha visto alguno de ellos.
Gracias por la visita y por tus palabras.
Te envío otro saludo.

Anuxa dijo...

Pues si que nos has acercado a estas maravillosas y útiles plantas.
Una buena cocción de cardo mariano, pone a ralla a cualquier pequeño visitante de tus flores y plantas.
Para el cabello, fantástico, nada de gastar dinero en milagrosos champús, una buen lavado con el caldo, y la grasa capilar desaparece.
Mis favoritos los azulados.Instructiva entrada.
Salúd amigo!!

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muchas gracias, Anuxa, por la visita y por tu aportación con esas interesantes utilidades del cardo mariano.
Saludos amigables y salud.

Cristina dijo...

Escuche algo de un efecto anticancerigeno del cardo azul.No se.si me equivoque de plantamAlgiien sabe algo ? En que clima y tipo de suelo crece ? Gracias .Cris

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Permíteme, Cristina, que te prevenga sobre los supuestos remedios anticancerígenos. No voy a negar que pueda haber plantas con esas propiedades, pero hay que ser muy cauto. No tengo constancia de que sea el caso del cardo azulado o cardo azul (Eryngium bourgatii), que aparece en esta entrada del blog y habita en montañas de las cordilleras cantábrica y pirenaica, además de los sistemas central, ibérico y béticos.
Saludos.

Carlos dijo...

Un post fantástico, sin duda.

Los cardos, como por ejemplo el cardo mariano o lechoso, tienen muchísimos beneficios naturales, aunque hay que estar al tanto de cuales son reales y cuales no. Probado probado está sobre todo el beneficio a la calidad de vida de los diabéticos tipo 2.

Un saludo!

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muchas gracias, Carlos, por tu interesante comentario.
Otro saludo para ti.

josemartR dijo...

En realidad el cardo corredor es una umbelífera, como el hinojo o la zanahoria y no como los cardos que son de las compuestas.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Efectivamente, josemartR, el cardo corredor pertenece a las Umbelíferas...pero su nombre común es "cardo", al igual que sucede con el "cardo de cardadores" o cardencha que pertenece a otra familia (Dipsacáceas). El nombre común "cardo" se reparte, como indico en esta entrada, entre 3 familias. Las Compuestas incluyen al género Carduus, pero el nombre común "cardo" se aplica de modo extensivo a muy diversas plantas con espinas.
Saludos.

holonauta dijo...

Hola
Soy un urbanita ya bastante maduro que no sabe nada de naturaleza, ahora doy largos paseos por los alrededores del Prat de Llobregat y me doy cuenta de que apenas conozco 4 o 5 plantas de naturaleza silvestre. Así que me he propuesto a aumentar mi conocimiento etnobotánico. Los cardos son muy fáciles de distinguir pero claro hay muchas clases. Me podrías decir que tipo de cardo es este y cuales son sus usos. Gracias por tu pagina me ha sido muy útil.
Saludos
Jose Maria
https://photos.google.com/photo/AF1QipOagMvb8sjnt2nXyOHwHqnqWQHvV0_SlgMTxapd

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Hola, Holonauta. Muchas gracias por tu comentario. En cuanto al cardo que mencionas, no consigo abrir el enlace. Si quieres, puedes revisarlo y enviármelo al correo del blog: frasesfrescas@gmail.com
Saludos.

holonauta dijo...

Hola Javier
https://3.bp.blogspot.com/-I0ocLdLjYcQ/V0FKRzHcfMI/AAAAAAAACuw/tozhu90vXvwDGfmmCCXW_eERmESNw_aKgCLcB/s1600/Cardo%2B2.png
A ver si esta vez es correcto
Gracias

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Hola de nuevo, Holonauta.
Viendo la foto me atrevería a decir que muy probablemente se trata de la especie Cirsium vulgare, es decir la que se corresponde más o menos con el cardo escocés...cuya leyenda menciono en esta entrada del blog.
Un saludo.

holonauta dijo...

Si, Cirsium Vulgare, no estaba seguro, con este dato puedo empezar a investigar sus usos comestibles y medicinales.
Muchas gracias
Un saludo

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

De nada, Holonauta. Seguro que encuentras aplicaciones interesantes de este cardo.
Otro saludo para ti.