Entre 1984 y 1985 escribí la sección CALENDARIO NATURAL de la revista Natura. Este año repasaré aquellas anotaciones tan magníficamente ilustradas.
CALENDARIO NATURAL. Enero (Revista
Natura, 1985)
ENERO
Mes de fuertes heladas nocturnas y cielos despejados. Los aspectos más destacables de la observación de campo se concentran en aves y mamíferos. La vegetación, en general, atraviesa un período de reposo invernal.
En los viejos troncos duermen los lirones.
Paradas nupciales del buitre leonado.
Andan encelados los zorros.
En el Cantábrico desova la sardina.
Florece el heléboro, una rara flor de invierno.
Regalemos un comedero a nuestros inseparables gorriones.
Vuelos nupciales de los cuervos.
Sotos y matorrales son frecuentados por el acentor común.
Con las heladas, las liebres se encaman en las riberas.
Florece el polémico eucalipto.
En el mar se aman las orcas.
Las plantas bulbosas descansan bajo el suelo.
Veremos al pinzón vulgar en bosques, dehesas y huertas.
Comienza el celo del ballenato o rorcual de aleta blanca.
Codornices invernando en el sur y levante peninsular.
“Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”.
Junto a los ríos observamos a la garza real.
Podemos recolectar las hojas verdes del laurel.
Escondidas en el bosque, las martas se emparejan.
Uno o dos huevos adornan el nido del quebrantahuesos.
Se oscureció el pelaje de los rebecos.
Flores de la campanilla de invierno.
Abrigado en sus galerías, el topo ignora el invierno.
Mimbreras, deshojadas y violáceas, bordean los ríos.
Nacen los oseznos en las confortables oseras.
Permanecen las agallas en los robles y quejigos.
En Pirineos, la perdiz nival se confunde con la nieve.
De los espinos cuelgan las víctimas del alcaudón real.
Se desarrollan las flores masculinas de los alisos.
¡Estoy impresionada! Es un calendario de lo más completo y original.
ResponderEliminarMe encantará ir siguiéndolo!!
Un abrazo enorme.
Has rescatado un precioso trabajo del "Último rincón" del cajón. ¡Fenomenal! son cosas que están al día ... todos los años.
ResponderEliminarMe has sacado una sonrisa con lo de las garzas, porque hoy he visto lo menos ocho en las orillas del embalse de Santillana.
Un abrazo
Buff..que bueno!!! Recuerdo como esperaba la revista natura todos los meses para ver el calendario. Gracias por compartirlo de nuevo.
ResponderEliminarJuanfra
Muito interessante (e romântico) esse calendário que você idealizou! Gostei muito!
ResponderEliminarBeijos e flores.
Gracias, Montse. Eso espero...que lo sigas porque te guste este acercamiento diario a nuestra Naturaleza más cercana (ibero-española).
ResponderEliminarOtro abrazo (que ni cabe en este blog) para ti.
Hola, Jesús. Yo también he esbozado una sonrisa en mi interior cuando he visto en tu blog la interesante puesta al día que has hecho de los cuadernos de campo del querido Félix. Volvemos sobre nuestros pasos.
Lo de las garzas me complace porque el calendario natural lo hice en parte con observaciones personales tan constatables como esa.
Otro abrazo para ti.
Gracias a ti, Juan Francisco, por tu interés en lo natural...aquellos años y hoy mismo.
Saludos.
Me alegra, Teca, que sea de tu gusto. Este trabajo lo realicé para poner texto a una excelente colección de dibujos naturalistas y poéticos que adquirió la revista Natura en aquellos lejanos años ochenta.
Besos y más flores para ti.
¡Qué aforismos más agudos y certeros! Además, como has comentado, está muy bien ilustrado.
ResponderEliminarUn saludo
Precisamente enero de 1985 fue inolvidable por que hizo un frío como nunca he conocido. Murieron miles de avefrías al encontrarse, después de su largo viaje del norte, con unas heladas y vientos gélidos que, unidos a la sequía, formaron un cóctel mortal para unas aves agotadas de por sí. El terreno estaba tan endurecido por las heladas que les era imposible clavar el pico.
ResponderEliminarRecuerdo que, almorzando bocadillo de tortilla, un petirrojo se acercó más de lo normal, le eché tortilla y algo de miga y no desechó nada. Parecía a los gorriones del parque, sólo que, el frío era tal que, o moría de hambre o helado; había que sacar comida de donde fuera.
A pesar de grandes citas raras, el año fue horrible por la enorme mortandad de aves.
Me quedo con el buen sabor de tu peculiar forma de ver el mes, mejor que mi nefasto recuerdo.
Saludos.
Creo, Javier, que me has "refrescado" la memoria en relación a aquel enero de 1985. Si mal no recuerdo llegaron a helarse las fuentes de la ciudad de Madrid quedando el agua suspendida en el aire. Sin embargo, el peor recuerdo que tengo de aquellos años fue esa atroz sequía que comentas.
ResponderEliminarNo obstante, este calendario natural lo redacté con el propósito de trascender, en lo posible, los episodios locales y excepcionales recopilando aconteceres naturales cuya observación fuera asequible y constatable en buena parte de la geografía natural de la península ibérica y archipiélagos balear y canario. Incluyendo además tanto plantas como vertebrados e invertebrados, terrestres y marinos..."¡casi náaa!"
Saludos refrescantes para ti, Javier.
Gracias, Pedro. Fue un trabajo ambicioso del que me siento satisfecho, máxime con el extraordinario aditamento de esas insuperables ilustraciones naturalistas, de auténtico lujo.
Otro saludo para ti, Pedro.
Además eres un poeta... con una sensiblidad extraordinaria... mis felicitaciones por este hermoso calendario. Un abrazo !
ResponderEliminarQue poema mas gratificante nada mas despertar y leer las sensaciones y "hechos naturales" que ocurren ahí fuera en nuestra querida madre naturaleza. Seguiré cada mes que publiques.......que hermoso calendario!!!. Hasta la próxima!.
ResponderEliminarGracias, Mabel.
ResponderEliminarUn abrazo a tu amabilidad.
Hola, Anuxa. La Naturaleza acumula Vida, cada día. Y eso basta para alegrarnos la existencia.
Hasta pronto.