LA EMANCIPACIÓN
Amaneció el 23 de julio con los dos padres posados cada uno en un cedro. Se marchó uno de ellos y a eso de las 10 h descubrí a uno de los pollos posado en un tejado frente a mi casa tras realizar su vuelo inicial. Se acicaló el plumaje y caminó por primera vez encima de una cubierta de pizarra. Su hermano aguantaba posado en el nido y el progenitor que quedó observaba desde su cedro.
En menos de una hora regresó el pollo volandero al nido. Ya no permanecía ningún padre en ningún cedro, aunque poco después regresó uno de ellos para alimentar a ambos pollos en el nido. El pollo que había volado repitió varias veces ese día planeando con maestría y sabiendo aterrizar. De noche los hermanos durmieron en el nido, uno estuvo practicando con las alas elevándose y descendiendo en el propio nido. A cierta distancia los acompañó un progenitor sobre un cedro.
Sobre las 7,40 h de la mañana siguiente el pollo volandero había aterrizado ya en otro tejado, en esta ocasión más lejos. Finalmente se marchó de la zona con su progenitor, es posible que en busca de comida. El hermano no volandero quedó de pie en el nido casi todo el día solo. Al atardecer se reencontraron los hermanos y pasaron la noche juntos.
Antes del amanecer, el 25 de julio de 2018 los pollos practicaron su ejercicio de vuelo vertical elevándose menos de 1 m sobre el nido. Alrededor de las 9,30 h aprovecharon el caldeo del aire y, esta vez, ambos se echaron a volar. Describieron varios círculos de planeo en su territorio demostrando excelentes dotes para el vuelo, luego volvieron al nido y volaron de nuevo en varias ocasiones hasta abandonar definitivamente su hogar.
A las 11,30 h uno de los padres se plantó en el nido…pero sus hijos ya no estaban. Por la noche sólo se perfilaba la silueta del progenitor en el nido, donde se mantuvo hasta las 6,40 h del día siguiente, entonces batió las alas y se fue.
No hubo más observaciones de esta familia de cigüeñas…quedó su nido vacío, visitado por los estorninos como efímeros ocupas.
Seis meses después, el 25 de enero de 2018, se volvió a dibujar sobre el nido la silueta nocturna de una cigüeña, trece días después la pareja ya duerme en el nido dispuestos a reiniciar el ciclo.
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