Paisaje escarpado de un valle del Alto Pirineo aragonés, en el corazón de la cordillera. Las cimas sobrepasan la cota de los 2.800 m
RELIEVE ABRUPTO
Estas cumbres empinadas y las crestas afiladas como cuchillos son consecuencia de la orogenia alpina (último levantamiento geológico de estas montañas, hace unos 40 millones de años) que en este paraje actuó sobre rocas calizas, relativamente moldeables, sometidas después a un acusado glaciarismo.
Relieve alpino debido al glaciarismo cuaternario y al periglaciarismo actual.
ANTIGUO CIRCO GLACIAR
Gran cuenca en que se acumularon los hielos del glaciarismo cuaternario (hace entre 70.000 y 13.000 años). Este circo se sitúa en una orientación de umbría N.E. más acusada en el invierno. La acción erosiva del hielo sobreexcavó el fondo originando una cubeta que actualmente queda desprovista de nieve al menos 4 meses al año. Su abertura al exterior, en forma de amplia V, queda sobre los 2.000 m y da paso a un canal de aludes. En los momentos álgidos de las glaciaciones cuaternarias el glaciar de este circo apenas debió salvar un mínimo desnivel para tributar a otro glaciar más importante, el del valle, que probablemente alcanzó en este punto unos 500 m de espesor.
Borde del circo glaciar colgado sobre el valle.
BORDE ENTRE EL CIRCO COLGADO Y EL ANTIGUO GLACIAR DEL VALLE
Arista tallada interiormente por el hielo generado en este circo colgado y, externamente, por el hielo del glaciar que surcó el valle principal.
Pinar de pino negro (Pinus uncinata) alrededor del circo.
PINOS NEGROS
El pino negro (Pinus uncinata) es la especie de pino que más alto llega en Pirineos. Protagonista del piso bioclimático subalpino -entre los 1.700 y los 2.400 m de altitud- es un árbol muy resistente, capaz de colonizar laderas con pronunciadas pendientes, incluso paredones rocosos. No tiene auténtico reposo invernal manteniendo un mínimo de actividad gracias a su resina, que previene el riesgo de congelación. No obstante, reduce al mínimo la transpiración ya que soporta condiciones muy frías y secas: el agua en forma de nieve o hielo le resulta inutilizable. Su diseño cónico permite a estos árboles resistir importantes cargas de nieve.
Pino negro (Pinus uncinata)
AUSENCIA DE PINOS EN EL INTERIOR DEL CIRCO
En invierno y primavera la nieve acumula tal espesor que impide el desarrollo de árboles en las concavidades del circo, puesto que permanecerían demasiados meses sepultados.
Interior del circo.
Canales de alud.
CANALES DE ALUD
Son el aliviadero natural por donde las laderas evacúan el exceso de nieve o capas de las últimas nevadas que no se han compactado suficientemente. Lugares de altísimo riesgo para montañeros durante el invierno y primavera, especialmente en años de fuertes nevadas. Grandes masas de nieve se deslizan por ellos eliminando la vegetación arbórea. Solo aguantan esas avalanchas algunos ejemplares jóvenes de pinos y árboles caducifolios de escaso porte, dotados de una flexibilidad que los salva del arrastre.
16 comentarios:
¡Hola Francisco Javier! una entrada muy didáctica que nos enseña a ver algo más que simples montañas. Aunque el terreno no es tan abrupto en la sierra de Gúdar, podemos encontrar también el bosque de pino negro o pino moro situado más al Sur en la Península, (también soporta carga de nieve y fuertes vientos).
Un saludo.
Increíbles fotografías.
Saludos desde Wiklimántica.com, "una plataforma hecha por ti y para ti para contarle al mundo lo que está pasando en el medio ambiente. Una enciclopedia en permanente construcción donde cada día hay algo nuevo"
Un aire fresco ha salido por el ventilador del ordenador, con algo de olor a pino y ese picorcillo especial que tiene el frío de la nieve. Haste me he retirado un poco no sea que un alud me sepulte en la silla frente al ordenador. Pero no, no hay peligro, solo es que tus descripciones me transportan con gran realismo a ese rincón del Pirineo que tanto amas.
¡Zas! me han tirado un bolazo de nieve y me he despertado ¡que pena!
Estoy totalmente de acuerdo que la entrada es muy didáctica. Además las fotos tan buenas... me hacen sentir allí.
Gracias Fco. Javier
(con el calor que estoy sufriendo por estos lares... estas fotos son una delicia para mi)
Un abrazo.
Cuarenta millones de años…cómo pasa el tiempo. Necesito aprovecharlo mucho más.
Recuerdo hace mucho en Benasque, apenas comenzada la Semana Santa, que fuimos para acampar cerca de la Aguja de Perramó en Batisielles. La pereza o la vagancia (como se prefiera) hizo que nos apoltronáramos en la zona base de acampada. Iba con zapatillas de tenis porque las botas nuevas me mataban y, comencé a subir por la ladera para ejercitar un poco. Cuando me di cuenta estaba en la cima, desde donde veía con admiración la impresionante mole caliza. A pesar de mi temeridad (por eso lo digo) no queriendo razonar sobre los peligros de las avalanchas (ahora no me eches tú la bulla), me dejé llevar por la magia de esta entrañable cadena montañosa. Una pasada.
Saludos
Es un constante aprendizaje, me gusta entrar y contemplar todo aquello que desconozco y ver ese magnífico paisaje, es un punto de aire fresco para finalizar la jornada.
Saludos.
Es como ver moverse las montañas cuando lo cuentas. Los pinos negros me fascinan, tan extremadamente resistentes y paradojicamente tan dificiles y fragiles fuera de su lugar. Magnífica entrada¡
Saludos
con tus entradas Fco Javier me quedo sin palabras... son una auténtica enciclopedia¡¡¡
la montaña aragonesa es bien guapa... qué perfil¡¡¡
y a tí se te ve enamorado¡¡¡¡
;)) jajajajaja....
un abrazo ¡¡¡
Impresionantes montañas, así como el paseo por su historia geológica que tan amena y detalladamente nos muestras. Saludos
Hola, Fernando. No conozco (aún) esos pinares de pino negro tan meridionales pero seguro que aguantan también por allí lo indecible.
Otro saludo para ti.
Gracias, Wiklimántica.
Soñar con esos lugares, Jesús, es otro modo de vivirlos: interiormente. Siempre dejan algo de ellos en nosotros. Aunque luego despertemos frente al ordenador.
(Que conste que no fui yo quien te tiró la bola de nieve)
Claro, Mabel, por aquellas latitudes (a estas alturas del año) es de agradecer el frescor de estas montañas. Puedes dejar abierta la ventana digital todo lo que quieras...
Gracias. Te envío (además de fresquito) otro abrazo.
Pues sí, Javier, fuiste a un lugar muy especial. Lo que no comprendo del todo es cómo pudiste llegar hasta la base de Perramó en zapatillas (porque aún debería haber bastante nieve en Semana Santa, y placas de hielo en algunas zonas de la subida)...Y todavía me hago cruces imaginando cómo ascendiste la aguja (si he leído bien) también en zapatillas, lo de los aludes en ese caso tan sólo sería un "mal menor"...
¡Saludos, fiera! (de las montañas, se entiende)
Sí, JCR, siempre estimula ese aire fresco de la montaña, que también parece refrescar nuestras neuronas.
Gracias y saludos para ti.
...Pues, más vale, Drach, que no se muevan mucho (que es una zona sísmica)...Y de los pinos negros, ya sabes: igual le sucede al pino albar (Pinus sylvestris) que en sus zonas naturales son los amos pero soportan mal las "bondades" de los climas cálidos, tan ajenos a ellos.
Gracias por comentar. Otro saludo para ti.
¡Hola, Pilar! De frente, de perfil, por arriba y desde abajo...la montaña aragonesa, y cualquier zona de alta montaña, es guapa hasta tocar el cielo. (Palabra de enamorado).
Otro abrazo para ti, y gracias por la visita.
Muchas gracias, Lluís por ese amable comentario. ¡Cómo me gustaría dibujarlas con la maestría de tus manos de artista!.
Saludos.
Magníficas fotografías y una radiografía de todo lo que las envuelve.
Se nota tu entusiasmo y nos lo transmites de una forma tan amena que parece que lo vivimos a tu lado.
Es un placer leerte, Javier.
Mil besos.
No, me he explicado mal. Fue ascender una de las cimas circundantes de la zona del río desde donde se veía la aguja de Perramó. Subir semejante picacho con zapatillas hubiera sido para un programa de Al Filo de lo Imposible. Aunque reconozco que La Aguja Roja en los Mallos de Riglos al no tener “pies de gato”, me la subí de segundo en la cordada, con zapatillas. Menos mal que tenían buena adherencia al ser nuevas y buenas.
Saludos
Me encanta leer tus didácticas entradas. Estoy ahí y tú al lado.
Gracias y un abrazo***
...También es un placer leer tus comentarios, Montse. Y tus blogs, por supuesto.
Otro millar de besos.
Pues tampoco es moco de pavo lo que me cuentas, Javier. Sino más bien "mocorrotudo" y pavoroso el marcarte semejante aguja en zapatillas. Una experiencia intensa, sí señor.
Saludos en vertical.
Gracias a ti, Ofelia, por percibir de esa manera estos apuntes del paisaje. Compartirlos es una actividad enriquecedora.
Otro abrazo tres estrellas para ti.
Saludos Javier. Me has recordado la llegada del homo erectus a Europa y su cabezonería en alcanzar los lugares fríos, su quizá búsqueda del origen de la nueva luz les llevó a su muerte en las altas montañas del norte nevadas. El pino negral supo hacerlo mejor, el ser humano, no sé por qué diablos ( es que somos inteligentes ) rebasa siempre ese límite antes de tener el suficiente conocimiento para dar el siguiente paso. Supongo que es el precio del mismo.
Gracias por acercar estas imágenes y textos tan ilustrativos.
saludos.
Tal vez, Marce, la curiosidad innata de los homínidos sea una de las causas que favorecieron su dispersión (especialmente la de nuestra especie). Esa curiosidad, y otros motivos emocionales y cognoscitivos, empuja a algunos humanos a subir montañas más allá de los límites de la precaución impuestos por el instinto de supervivencia. Y cada limite rebasado es un paso más de nuestra especie...hacia no se sabe dónde.
Gracias por la visita, y saludos para ti.
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