Se suman cientos de años de boina y saber añejo.
Hablan, callan.
Miran pasar el mundo: con tanto cambio, con cuánto invento.
Todo va demasiado deprisa para ellos.
Nada es ya sobrio ni lento... tan solo su digno silencio.
Náufragos de hoces y trigos, del arado y los hielos.
Supervivientes de penas y miedos que una guerra les grabó a fuego.
Están quietos, en la calle vacía de su pueblo.
El día que dejen ese hueco habrán muerto los tiempos de los héroes, los viejos tiempos.
17 comentarios:
Cuanta razón tienes al hablar de la muerte de los viejos tiempos, porque algo me dice que nosotros no ocuparemos ese mismo lugar, con ese mismo sentido. Hay cosas como los viejos árboles, que nisiquiera hoy se pueden construir al margen del tiempo.
Un saludo con un cierto sabor a melancolia.
Quanta nostalgia nessa postagem... uma delícia ler-te, e ver essa imagem... mas ao mesmo tempo dá tristeza, porque os tempos idos não se aproveitam mais nos dias de hoje.
As pessoas estão tão apressadas, egoístas, individualistas... faltam conversas, sorrisos e meiguice.
Um beijo muito carinhoso para ti, de tão distante mas repleto de amizade.
Felicidades!
De acuerdo contigo, Drach, nosotros ya no ocuparemos ese lugar que imperceptiblemente se está desvaneciendo. El mundo que habitamos es muy otro y apenas deja espacio a una vida, unas culturas y una mentalidad que permanecieron durante siglos...y a las que debemos mucho más de lo que podemos imaginar.
Otro melancólico saludo para ti.
Melancolia, nostalgia ... sim Teca, para aqueles dias de idade e seus habitantes, que pessoalmente tive a sorte de conhecer.
Isto é muito incerta e nos leva a outro tempo, esperemos que não esquecer de onde viemos ... não sabemos para onde ir.
Obrigado e um beijo muito carinhoso para você, não a distância.
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Melancolía, nostalgia...sí Teca, por esos viejos tiempos y sus habitantes, que personalmente tuve la suerte de conocer.
El presente es muy incierto y nos lleva a otros tiempos, ojalá no olvidemos de dónde venimos...ya que no sabemos a dónde vamos.
Gracias y otro beso muy cariñoso para ti, sin distancia.
Emotiva mirada hacia esos viejos tiempos, pero no debemos anclarnos en el pasado, más bien mirar hacia el futuro, hacia los nuevos tiempos o los presentes, los que vivimos día a día, si bien es cierto que hay que saber de dónde venimos que así sabremos dónde hemos errado y cual es el buen camino a seguir.
Javier, tus palabras siempre llegan y dejan huella.
Besitos ;D
Yo guardo muchos recuerdos, aunque no tan duros como los de ellos. Espero también, con una salud adecuada para esa edad, compartir con otras personas en un momento similar, los recuerdos de lo que serán mis viejos tiempos.
La pena es que antes con la gayata se podía dibujar en la tierra desnuda mientras se charraba pero, ahora con el hormigón es imposible.
Bueno te dejo al abrigo de los comentarios.
Nostálgico, ciertamente, pero sin dejar de mirar atrás tenemos que mirar el presente, que está lleno de dificultades, y adaptarnos a él. Siempre que voy al pueblo donde nacieron mis padres en el corazón de castilla siento esa añoranza de cuando era un chaval y te das cuenta cuanto has cambiado, por que creo que son las personas las que cambian sobre todo.
Un saludo y mis felicidades por el este maravilloso blog
Magnífica artículo y que gran verdad.
Desde luego, Montse, que hay que mirar hacia el futuro (aunque ya sabemos que es un paisaje incierto, o seguramente por eso). Pero demasiadas veces se olvida el pasado...para lo bueno y para lo malo.
Muchas gracias por tu comentario. Allá va mi envío de besos para ti.
Sí, Javier, recuerdos también vamos guardando los que hemos cumplido cierta edad...Y los recuerdos ligados a las salidas al campo son de los mejores, de los que nos mantienen la ilusión por seguir saliendo siempre.
En cuanto a la gayata para dibujar sobre la tierra mientras se charra...seguro que inventan una cachava láser que perfore el hormigón.
Saludos y gracias por sumarte a esta tertulia al sol.
Muchas gracias por tus palabras, Controversia. Entiendo perfectamente esa añoranza tuya (que también es la mía) de aquellos viejos tiempos vividos de chiquillo en un mundo rural tan diferente. Todo cambia, y probablemente los seres humanos los que más.
Otro saludo para ti.
Gracias, Enrique, por tu amable comentario al visitar este rincón con vistas a todos los paisajes (pasados, presentes y futuros).
Saludos.
Bellas y certeras palabras de unos tiempos que se desvanecerán con sus protagonistas, aunque bueno, eso ha ocurrido siempre. Quizá ahora, la diferencia, es que los tiempos cambian con mayor celeridad.
Saludos
Emocionantes palabras. Yo tengo pena en perder a mis abuelos, bueno, en realidad sólo me queda una, pero mentalmente ya la he perdido. Todas esas historias que me contaban de la guerra, de tiempos pasados, de cuando eran crios, y que a mí me encantaban...Las voy a perder para siempre. Con ellos se va un trozo de historia tristemente.
Saludos.
Siempre ha ocurrido, Lluís, pero ahora (desde el último tercio del siglo XX) estamos metidos en una centrifugadora...que expulsa al exterior demasiados recuerdos, vivencias, conocimientos tradicionales.
Saludos para ti.
Todas esas historias, Mamen, han quedado en ti y -aún no siendo conscientes de ello- forman parte de nuestra manera de ser y entender el mundo...gracias a que ellos lo transmitieron.
Saludos para ti...y recuerdos.
La humanidad es lo que es, gracias a la trasmisión de los conocimientos de una generación a la siguiente. Eso que llamamos cultura, que le debemos a nuestros antecesores.
Ahora hay quien se cree que la velocidad en generar conocimientos ha superado la barrera de una generación, pero es un gran error.
Y con todo esto voy a que perder el respeto a nuestros mayores es una de las grandes equivocaciones de la "civilización" actual, y nos lleva a la pérdida de identidad de cada pueblo.
Quizá, Jesús, la diferencia entre ahora y antes estribe en que la cultura transmitía conocimientos y vivencias (la experiencia emocional de esos saberes), mientras que ahora sólo transmite contenidos anónimos (cuando no anodinos) en formato "recorta y pega".
Con cada generación se va un modo de conocer, entender y vivir la vida. Y a estas alturas de la Historia no sabemos siquiera cómo vivirla.
Saludos, compadre.
Añado el comentario número 14, que ya es mucho.
;-)
PD:
Se agradecería que el autor de éste blog cambiase de suministrador de palabras de verificación. La que hoy me ha tocado en suerte es: "insionsi".
Cosas como de los Village People.
Pues, ¡hala, ahí va el comentario 15!: Diminuto, no hagas mucho caso a los "palabros" de verificación para los cuales no tengo palabras.
Saludos "insiotambién".
Preciosa entrada, Fco Javier.
Una vez yendo con la bici pase al lado de un banco con dos viejecitos al sol y apenas atisbé a escuchar la siguiente conversación:
"Y fue entonces cuando estuve 5 minutos muerto, me dijo el doctor"- dijo uno de los viejitos que apoyaba el mentón sobre las manos y estas sobre el bastón.
"¡Pues vaya mala suerte!" -dijo el otro.
Una sonrisa se dibujó en mis labios, pues sólo una vida reposada, tranquila, completa y vivida, podría dar lugar a tratar un tema así, con esa tranquilidad y esa naturalidad, mientras el solete de la mañana les daba su calor y color a sus curtidos rostros.
Eso se pierde con esta vida, con esta crisis..,en definitiva con estos tiempos, con esos hombres.
Un saludo,
Honorio
Efectivamente, Honorio. Sólo cuando se ha vivido intensa y extensamente se alcanza esa ironía de la vida y la muerte.
Ahora vivimos rápidamente, sin tiempo apenas de sentirnos vivos.
Gracias por tu apunte y recibe mi saludo.
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