jueves, 7 de marzo de 2013

ALUDES. Capítulo 1: LAS CAUSAS

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Si el 14 de diciembre de 1992 aquel cuchillo de nieve hubiera completado su corte, jamás hubiera escrito lo que sigue...


Pico Petrechema, al fondo (2366 m). Pirineo aragonés.

Alrededor de las tres de la tarde de ese día radiante ascendía con mi amigo Juancar por la cara sur del Petrechema (Valle de Ansó. Pirineo aragonés). Penosamente hundidos en nieve húmeda hasta las rodillas. De súbito, el filo de un cuchillo pareció hendir la ladera blanca. Quedamos mudos, paralizados. Siseó unos segundos bajo nuestras botas. Luego se hizo el silencio. Salimos de allí. Intentamos hacer cumbre por otra ladera...y no hablamos de ello hasta haber regresado al refugio.

Fue el inicio inconcluso de una avalancha de nieve, posiblemente un alud de placa, que nos hubiera desprendido al vacío…(en febrero de 2012 un montañero murió en circunstancias similares)


Montañas de Cerler. Pirineo aragonés.

Precipitación, viento y temperatura
Precipitación, viento y temperatura son importantes factores meteorológicos que determinan la generación de aludes, unido a la inclinación de las laderas. La nieve recién caída contiene hasta un 90% de aire. Al depositarse los copos forman una capa y sus cristales ramificados merman perdiendo parte del aire que retienen. La nieve se apelmaza y a partir de aquí son muy diversos los factores físicos que condicionan el riesgo de que suceda un alud o avalancha.


Capas de nieve. Alpes suizos.

Capas y adherencia
Una capa de nieve no tiene por qué ser igual a su antecedente ni a la siguiente, por este motivo la adherencia no está asegurada. Nieve muy venteada no es lo mismo que nieve húmeda o nieve polvo o una placa superficial de nieve congelada. Sobre la nieve pueden generarse escarchas que sujeten con dificultad las capas posteriores. Si nieva con temperaturas que rondan los 0ºC se reduce el peligro de aludes puesto que esa nieve es relativamente húmeda, luego adhiere y compacta bien. Pero a temperaturas de -10ºC o inferiores la nieve precipita muy seca y ligera, poco adherente y muy peligrosa si cae en cantidad. Otro tanto acontece con nieve muy venteada y por ello liviana y deshidratada.


Capa de nieve muy venteada. Sierra de Guadarrama.

También la lluvia actúa como desencadenante de avalanchas al empapar la capa superior de nieve, o por acumular agua entre dos capas facilitando el deslizamiento de la superior. O incluso al infiltrarse hasta el suelo y tornarlo deslizadizo.



El inexorable plano deslizante
Cualquier alud requiere una condición inexorable: la existencia de un plano deslizante. Plano íntimamente relacionado con la pérdida de adherencia en el manto nival y con la pendiente de la ladera. 



Valle con ladera muy expuesta a aludes. Pirineo aragonés. 

Riesgos y precauciones
Los factores ambientales y orográficos han de ser observados y analizados para considerar el riesgo de aludes en una zona y en un determinado momento. Una herramienta muy extendida para clasificar ese riesgo es la Escala europea de peligro de aludes

DÉBIL: riesgo 1
LIMITADO: riesgo 2
NOTABLE: riesgo 3
FUERTE: riesgo 4
MUY FUERTE: riesgo 5

Es primordial conocer el grado de riesgo antes de realizar una travesía o una ascensión invernal en alta montaña. Y, por supuesto, debe tomarse muy en serio los avisos que se colocan en lugares transitados y expuestos a avalanchas.



Aviso de aludes o avalanchas. Pirineo aragonés.

En general, conviene tener en cuenta las siguientes advertencias premonitorias de avalanchas:

  • Nevadas invernales que acumulen 30 o más cm de nieve sobre laderas pronunciadas pueden ocasionar aludes hasta pasadas 24 horas. 
  • Subidas de temperatura, tras grandes nevadas, humedecen el manto nival haciéndolo más pesado y fluido. 
  • Evitar las horas más calurosas (entre mediodía e inicio de la tarde) en zonas de riesgo.
  • Evaluar la pendiente de una ladera y su longitud antes de internarse en ella.
  • Observar la acumulación de nieve en corredores y canales de alud, también sobre crestas y cornisas.
  • Desconfiar de sustratos arcillosos muy humedecidos, y de grandes superficies de roca plana o placas de hielo que soporten importantes mantos de nieve. 

Y no se olvide que la adherencia precaria de una capa de nieve llega a desvanecerse ante cualquier vibración: el paso de un helicóptero, una caída de rocas, o el sesgo de un esquiador…



Tuca de Chuise (2.800 m) cargada de nieve. Pirineo aragonés.

Continúa en...
ALUDES. Capítulo 2: LAS CONSECUENCIAS



MÁS SOBRE ALUDES:
ECOLOGÍA de ALUDES en el PIRINEO

Más sobre aludes y sus accidentes: 
nieveyaludes.blogspot.com


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16 comentarios:

Pedro L. dijo...

Interesantísima entrada sobre los aludes que por lo que explicas es un tema muy complejo. De hecho el que se puedan desencadenar por ruidos ya impone muchísimo respeto.

Un saludo

Javier G. Pérez dijo...

Es una muy buena advertencia para aquellos que piensan que se puede ir por estos lugares como si fueran senderistas de veraneo.
Con lo de las vibraciones, recuerdo de crío, que hablábamos bajito al entrar a un cañón de roca caliza en mi pueblo, por que en la entrada, había un enorme desprendimiento de roca y, como ocurría en las películas, no podías hablar muy alto entre cortados enormes por si había derrumbes. Que inocentes.


Saludos.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Sí, Pedro, el asunto de cómo se forman los aludes es realmente complicado porque intervienen numerosos factores ambientales, tanto meteorológicos como geomorfológicos e incluso relativos a la transmisión de vibraciones por el suelo o el aire...y a ello se añade la física del agua que ya de por sí presenta numerosas particularidades. Hay que ser todo un especialista para conocer a fondo estos procesos. Tan sólo he intentado un acercamiento a ellos.
Gracias por comentar.
Otro saludo para ti.

Toda la razón, Javier. La alta montaña adquiere otra dimensión con la nieve, muy diferente, tremendamente hermosa y amenazante a un tiempo. Requiere de un aprendizaje que ha de adquirirse progresivamente, con sensatez y experiencia.
En cuanto al cañón de tu pueblo, esos episodios de aventura infantil suelen propiciar una profunda pasión por la Naturaleza y el descubrimiento. A ellos debemos mucho de lo que somos ahora...inocentes naturalistas inmersos en un mundo de aludes sociales.
Mis saludos para ti.

Jesús Dorda dijo...

No estamos acostumbrados a tomar este tipo de precauciones, pero es algo a tener en cuenta, tanto como el cinturón de seguridad en el coche.
Lo malo es que nuestras montañas son muy accesibles a gente no preparada y así tenemos no solo desgracias como las que provocan los aludes, sino accidentes y pérdidas en lugares relativamente sencillos debidos a la flagrantes imprudencias.
Muy buena información. Es impresionante los diferentes tipos de nueve y su distinta forma de comportarse.

rioMoros dijo...

Da mucho respeto el tema de los aludes. Yo solo he notado crujidos en la nieve, cuando ya empieza a calentar el sol en primavera, y la verdad que te quedas pensando en lo que podría ser que se abriese o desprendiese en parte. Y todo esto en una zona donde no se dan aludes, así que en la montaña que hay riesgo tiene que ser una experiencia bastante fuerte.
Saludos

Mabel G. dijo...

¡Qué buenos consejos, Fco. Javier! Lugares tan mágicamente hermosos, y que encierran tantos peligros, cercenando vidas todos los años en todas partes del mundo.
Me has dejado de una pieza con lo que te pasó a tí y a tu amigo... realmente debe haber sido espeluznante. ¿seguiste yendo a escalar?
Gran entrada la tuya, con mucha información y didáctica.
Un abrazo.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

De acuerdo contigo, Jesús, cada vez hay más afluencia de visitantes a estos lugares y su falta de conocimientos implica riesgos que ni ellos mismos sospechan. Saber interpretar el paisaje es vital en la alta montaña...aunque respecto a la nieve y sus múltiples manifestaciones resulte complejo.
Gracias y un abrazo.

Sí, rioMoros, es una experiencia inolvidable haberse librado de un alud porque las consecuencias suelen ser nefastas...como cuento en el próximo capítulo 2 de esta miniserie.
Muchas gracias y mi saludo para ti.

Hola, Mabel. Este invierno está siendo especialmente propicio para aludes en España, afortunadamente nieva con generosidad en nuestras altas montañas...y no está de más repasar lo que ello comporta.
En cuanto al episodio personal que aquí narro no evitó que siguiéramos realizando ascensiones invernales...eso sí, con mucho más tiento y preparación. Resultó ser una importante lección impartida por la montaña.
Gracias por tus comentarios. Te envío otro abrazo.

Teté M. Jorge dijo...

Gostei muito desta entrada e fiquei impressionada porque alerta às pessoas que se adentram nas montanhas achando que sabem de tudo.

Beijos.

Ángel dijo...

Qué interesante entrada!!! Va bien saberlo pues muchas veces, los que no estamos familiarizados no tenemos en cuenta estas cosas.

Un abrazo

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Nunca se sabe bastante, Teca, y menos sobre algo tan complejo como la formación de aludes en la montaña.
Gracias por comentar. Besos para ti.

Hola, Kumquat, hay que tenerlo muy en cuenta si queremos internarnos en la alta montaña invernal, porque en numerosas ocasiones no existe una segunda oportunidad...¡Como esa que tuve hace tantos años!
Gracias, y otro abrazo para ti.

mariachis en santiago dijo...

interesante post, esta bastante interesante. saludos

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muy agradecido por su comentario, Mariachis.
Saludos para ustedes.

Anuxa dijo...

Muy oportunos estos consejos!.Me alegro de que aquel 14 de diciembre, no os engulliera la gran "placa".
Desde luego hay que consultar siempre los riesgos que dan, ser cautos, y esperar mejor tiempo, aunque a veces, es verdad que no dan riesgo notable, y un estornudo de alguien cruzando una ladera, y dándose todos los elementos que apuntas, se produce el alud.
Interesante!!. Salúd!!

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Gracias, Anuxa. Está claro que tuvimos suerte, que no era el momento. Pero a partir de entonces cobramos consciencia de este fenómeno y lo hemos seguido observando en diversas ocasiones para aprender algo de él.
En estos casos, la precaución (y el conocimiento) son vitales.
¡Salud, Anuxa!

salvasalom dijo...

Se me ponen los pelos de punta¡. Afortunadamente no transito ni he transitado por lugares potencialmente peligrosos en invierno. Las imagenes y videos que se pueden ver, son estremecedores. Cuando la naturaleza se mueve así de esa manera, somos un juguete a su merced ¡¡. Agradezcamos a la suerte que tuviste aquel dia tu valiosa presencia....
Venga, un saludo, pero bien asentado en el suelo, glubs¡¡

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Agradezco tus palabras, Drach.
Estos sucesos son parte de la dinámica de la alta montaña e incluso diría que de la Vida en general. Como en otros casos, aquí lo vital es no estar ni en el sitio ni en el momento adecuados...para la catástrofe.
Mejor la precaución (incluso en exceso) que confiarnos en la suerte.
Otro saludo para ti, con pies en tierra firme.