miércoles, 29 de junio de 2011

ALPINISMO ¿Deporte de mariquitas?

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MISTERIO EN LA ALTA MONTAÑA
¿De dónde salen los millares de mariquitas (Coccinella septempunctata) que pululan cada verano por cimas, neveros y glaciares sin que nada facilite su existencia por encima de los 2.000 metros?


LA RESPUESTA ESTÁ EN EL VIENTO
Como dice la canción: la respuesta está en el viento. Multitud de insectos ascienden transportados por la brisa de valle que el sol genera al caldear las laderas haciendo su aire más liviano. Este invisible remonte funciona, siempre que haga buen tiempo, aproximadamente hasta las tres de la tarde.






ACCIDENTAL...Y ACCIDENTADA
Las mariquitas son muy comunes en tierras bajas donde, a fines de verano, se reúnen en setos y bordes de bosque para hibernar bajo cortezas o piedras. No son insectos especialmente dotados para la alta montaña. Más bien su irrupción en ella es accidental...y a menudo muy accidentada.



VARIAS CONCLUSIONES
El misterioso asunto de las mariquitas en las alturas lo he estudiado personalmente en los Pirineos y en el sistema central. De numerosas observaciones he obtenido varias conclusiones:




El vuelo y aterrizaje en paisajes altimontanos comporta importantes riesgos si ascienden tanto que acaban sobre un nevero o en un paraje desértico de hielo glaciar o pura roca. Verlas ahí choca bastante a quienes las encuentran, por ejemplo, a más de 3.000 m en la cordillera pirenaica.




Las mariquitas que caen sobre nieve o hielo pierden temperatura y suelen morir. Las que acceden a los altos pastos disfrutan de un buen veraneo que se prolonga hasta el otoño. He observado mariquitas activas a más de 2.300 m a finales de septiembre en la Sierra de Guadarrama. Pero a partir de entonces han de buscarse un buen refugio. Todavía un 17 de octubre descubrí en esas cotas guadarrámicas dos ejemplares caminando por herbazal y roca con lentitud, dada la frialdad del ambiente. Cerca de ellas, un grupo de 5 ejemplares se alojaba bajo una piedra.




El vivac alpino ideal para mariquitas es lo que llamo la piedra-refugio. Las grandes lajas de roca carecen de mariquitas si dejan huecos por los que se cuele el aire. Lajas más pequeñas, planas, bien asentadas y protegidas constituyen la piedra-refugio más empleada por estos insectos.



Una vez llegados los fríos, se hace el silencio y la oscuridad bajo cada piedra-refugio de mariquitas, aisladas incluso por la nieve. Allí quedan inmóviles, aferradas con sus patas a la superficie pétrea, en espera de algún cambio que les anime a salir al exterior al año siguiente.





Pero reciben demasiadas falsas señales. En general el clima de las grandes cordilleras ibéricas presenta notables irregularidades en primavera, tanto en temperaturas como en innivación, lo que facilita la alternancia de días muy agradables y días gélidos, siempre con noches frías. 




Unas mariquitas salen de su refugio a destiempo durante las jornadas primaverales. Las más “inquietas” sucumben ante la tibieza de un día bonancible…que implica unas pocas horas de sol y un gasto inútil de energía no habiendo en el exterior alimento alguno. El regreso a la piedra-refugio es su única salvación, pero –a juzgar por los cadáveres que se hacinan en esas piedras- el atrevimiento lo pagan muy caro. La mayoría muere antes de llegar el verano. He hallado algún ejemplar sobre nieve del Guadarrama, a más de 2.100 m de altitud en febrero, cuando apenas se dejan ver en las tierras bajas. 






Otras mariquitas desatienden las falsas señales. Pero ¿cómo perciben tales señales? Es posible que el contacto de patas y cuerpo con las piedras-refugio les permita detectar un calentamiento pétreo que reactive su metabolismo impulsándolas a salir fuera. De hecho, el recalentamiento de las piedras coincide con el aumento de observaciones de mariquitas activas. Cuando emergen de su piedra-refugio las mariquitas salen ralentizadas y en grupo. Permanecen junto a la salida calentándose al sol antes de reiniciar totalmente la actividad. 
























¿PARA QUÉ SUBEN MONTAÑAS LAS MARIQUITAS?
El entomólogo Tony Dixon explicaba que las mariquitas usan las corrientes de valle para ser transportadas a las zonas más altas donde hibernan en grandes grupos y en lugares específicos a salvo de hongos. Esto puede tener cierta justificación en países como Gran Bretaña, donde la humedad es un problema y cuyas montañas son de modesta altura (Ben Nevis es su máxima cota con 1.343 m). Pero en la España mediterránea las montañas son más húmedas que los llanos.













En nuestro ámbito mediterráneo el único aspecto positivo para las mariquitas montañeras sería que allá arriba la primavera–verano es más tardía y el verdor (donde exista cubierta vegetal) perdura en pleno estío, en tanto que abajo la vegetación se agosta disminuyendo drásticamente los pulgones, su principal alimento. Como contrapartida quedan atrapadas en las altas cotas, pues las brisas que descienden de la montaña al valle sólo se activan con el enfriamiento crepuscular.













No parece que obtengan ninguna recompensa especial las mariquitas que remontan  la alta montaña. Su abundancia estival obedece a las brisas de valle, y eso las ubica entre los parapentistas más que entre los alpinistas...Aunque el cambio climático podría hacer de las mariquitas socias longevas del club alpino.




MARIQUITAS…Y OTROS SERES VISTOSOS

Las mariquitas tienen sabor desagradable. Su llamativa coloración sirve de aviso a depredadoresDescubre más sobre esta coloración, propia de mariquitas y otros insectos -­tóxicos o no- en el blog de mi amigo Jesús Dorda.


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39 comentarios:

Jesús Dorda dijo...

Como decía la canción: la respuesta está en el viento.
Lo curioso es que no les ocurra lo mismo a otros animales de vuelo torpe.

salvasalom dijo...

Me encantan las mariquitas¡. Es uno de los insectos estrella a los que mi hija pequeña conoce por su nombre y no por el generico de "bichitos" y a pesar de que hemos caminado todo lo que hemos podido por nuestras cumbres, desconocia esta faceta suya y sus motivaciones, interesante explicación¡

Fernando J. Feliu dijo...

Thanks for your comments, so the answer is blowing in the wind...

Gracias por haberme dado respuesta a este misterio que contemplé en la cumbre del Moncayo un otoño. Me sorprendí de ver los millares de estos insectos que estaban en las cumbres.

Un saludo.

Cantin dijo...

Por fin!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
llevo muchísimo muchísimo tiempo plantenado a la gente la pregunta de por qué tantas mariquitas en alta montaña, en las cimas siempre reunidas! pero lo que viví este findesemana en Peñalar ya fue el colmo, de hecho tenía pensado publicar un post sobre ello, quuizás lo haga. EN Peñalar éste findesemana cerca de toda la cima había cientis y cientos de miles de mariquitas, no exgero, era imposible dar un paso sin pisar una, y no podíamos mantener una conversación porque te las tragabas! era bastante molesto... exageradísimo, ésta explosión a modo de plaga me llamó mucho más la atención y llevaba todo el día comentando la jugada a ver si alguein sabía el por qué. A ver si pongo fotos pa que las veas, o sube por tu propio pie, que ahora mismo debe estar lleno, merece la pena, recemos por Erysimum penyalarense, salud!

Anónimo dijo...

Hola Javier

que raro lo que cuentas, tampoco sabia donde habitan las va-quitas , les decimos conmumente.aveces aparecen dentro de mi casa, escas algunas, antes se las veía mas. todo se puede deber al cambio climático , como las aves , que han aparecido por aquí del norte de nuestro país a mas de 1.000km .

espero hayas disfrutado tu pasaje por la montaña. abrazos.

Ars Natura dijo...

Quizás las mariquitas estén aprendiendo a congelarse para revivir la primavera siguiente, como hacen algunos arácnidos y batracios.

rioMoros dijo...

Cuando se ven insectos en la sierra, sobre la nieve, siempre uno se pregunta qué hacen ahí en esas condiciones. Una teoría interesante.
Saludos

Lienzo tierra dijo...

¡Qué curioso! Me viene al pelo esta entrada. Este fin de semana comentaba yo lo mismo en Pirineos, vi muchísimas por allí arriba en algunos paisajes de altura, y pensaba que era muy raro que hubiera tantas. ¡Si ya casi ni siquiera recordaba la última vez que había visto una! Son cada vez más escasas.

¡¡Muy interesante!! He aquí la expliación. Gracias.

Pedro L. dijo...

Hola

Muy interesante la entrada sobre estas migraciones de las mariquitas y muy bien ilustrada.

Un saludo

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Jesús, si por animales de vuelo torpe te refieres a otros insectos, sí que sucede otro tanto. Al menos así se ve en el verano, otra cosa es que sean capaces de refugiarse durante el invierno y llegar a sobrevivir en la alta montaña como le sucede a una pequeña parte de las mariquitas que hasta allí llegan con el viento.
Un abrazo.

¿A quién caen mal las mariquitas, Drach? (bueno, siempre hay fobias inconfesables...) Son insectos que, lejos de incordiarnos, nos benefician devorando las plagas de pulgones que tanto enojan a quienes cultivamos plantas.
El asunto que aquí comento es mucho más llamativo por encima de 2.000 m cuanto más alto, más llamativo) y en pleno verano.
Saludos para ti y tu pequeña.

Gracias a ti, Fernando. Si viste esas concentraciones en otoño, tal vez se preparaban para pasar el invierno en sus piedra-refugio. Eso si era finales de otoño y ya con tiempo fresco, porque si aún eran los días cálidos o templados es posible que siguieran siendo transportadas por el viento desde zonas más bajas.
Otro saludo para ti.

¡Vaya, Mario! Lo que narras es mucho más de lo que jamás he podido contemplar en este asunto...Y eso que el domingo 26 me encontraba con Jesús Dorda en El Nevero, en la misma cuerda Carpetana. Vimos bastantes y creo que influyó mucho el calor que hizo en las zonas bajas y el viento del Sur que aireaba las alturas.
A este misterio de las mariquitas le dediqué un artículo en el Observatorio de Quercus, en agosto de 1998...¡Ya han subido mariquitas desde entonces!...
(Por Erysimum penyalarensis no hay que preocuparse, que las mariquitas le librarán de bichejos)
¡Salud! (y a ver si pones esas fotos)

Hola, Maelgi. Supongo que las vaquitas a que te refieres son la misma especie de la que hablo (Coccinella septempunctata) conocida también como mariquita de siete puntos. Su distribución natural abarca la región Paleártica, India y Formosa...de modo que no es propia de Argentina. Pero a buen seguro que allá se siente como en casa.
Sí disfruté del paseo por la montaña...¡y que no falten!
Abrazos para ti.

Hola, Goyo. Pues, ¡qué quieres que te diga! Intentarlo lo intentan y una pequeña parte de ellas logra sobrevivir hasta el verano siguiente...¡Toda una hazaña para un insecto que no es de alta montaña!
Saludos.

Bueno, Riomoros, "hacer" lo que se dice "hacer", poco pueden hacer las mariquitas atrapadas en un nevero porque se enfrían y mueren sin poder salir de aquel desierto helado. Otros insectos sí son capaces de vivir en la nieve, pero éso será tema para otro capítulo (que diría Félix).

Efectivamente, Mamen, esto de las mariquitas en la alta montaña no pasa desapercibido a los ojos naturalistas. Aún recuerdo la sorpresa que me causó las primeras veces, tanto en Pirineos como en Guadarrama...y ya no pude hacer otra cosa que observar y observar.
También he observado que, en general, se ve menos mariquitas tanto en las tierras bajas como en la alta montaña. Esperemos que las próximas generaciones puedan seguir encariñándose con este simpático insecto.
Gracias por la visita y comentarios. Saludos.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Agradezco tu visita y palabras, Pedro.
Otro saludo para ti.

Angel Febrero dijo...

Buen reportaje Javier, tengo observado que estos insectos suben huyendo de "la calo" de abajo que deja a las plantas resecas y sin pulgones...buscan una segunda primavera,Un abrazo, Angel

Máster en nubes dijo...

Qué barbaridad, Javier. Yo hacía a las mariquitas por el jardín, en plan "doméstico", y vas tú y me cuentas que hacen alpinismo. Interesantísimo artículo o entrada, una gozada leerte. Las voy a mirar de otro modo de ahora en adelante, son viajeras y aventureras y yo sin enterarme, pensando que eran de andar por casa...

JCR dijo...

Como siempre aprendemos, muy curioso, los misterios de la naturaleza, aunque no sé si guarda relación, aquí donde vivimos el número de mariquitas es bastante numeroso y podría tener su lógica si atendemos a que la zona se encuentra asentada en lo que se conocía como el cerro del telégrafo, abundante en rocas y vegetación, lo cierto es que las tenemos durante bastantes periodos al año.
Bueno Fco. Javier seguiremos en contacto, buen verano.

Ángel dijo...

Hola, soy nuevo en tu blog que por lo que he visto tiene artículos muy interesantes...
Seguiré visitándote!!

Saludos.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

No sé, Ángel, hasta que punto las mariquitas huyen de "la caló" o simplemente se dejan llevar por los aires...y si hay suerte acaban en zonas más verdes como sucede en el verano de la alta montaña. Lo que está claro es que en el interior peninsular abundan zonas en que el calor y la sequedad son excesivos para los pulgones y para sus "fieles seguidoras", las mariquitas.
Gracias y otro abrazo para ti.

Y no sólo hacen alpinismo, Aurora, que sobre todo practican el parapentismo...y si no acuérdate cuando éramos niños y las poníamos en el dedo índice para que treparan por él hasta la cima, cuando llegaban a la altura de la uña enseguida abrían el "parapente" y ¡a volar!...No, no son tan "caseras" y sedentarias como pudiera parecer. Son depredadoras y han de buscarse la vida.
Muchas gracias por tu visita y palabras. Te envío un abrazo.

Diría, JCR, que para las mariquitas el "paraíso" es un lugar con vegetación permanentemente plagada por pulgones y eso significa que debe haber temperaturas suaves y un mínimo de humedad en el ambiente...además de ausencia de insecticidas.
Si abundan por tu zona, disfruta de su presencia.
Gracias por la visita. Te deseo también un magnífico verano.

Hola Kumquat. Bienvenido a este rincón desde tus hermosas plantas en maceta.
Muchas gracias por asomarte y mis cordiales saludos para ti.

Ramón García Durán dijo...

Enorme, tu reportaje es enorme. Y el título sin duda lo acaba de bordar :) Bravo de verdad. Un saludo.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muchísimas gracias, Ramón...El mérito es más de las mariquitas que de un servidor (que sólo las espié).
Otro saludo para ti y tu admirable blog.

Natalia dijo...

Cuantas veces nos hemos preguntado los que visitamos la alta montaña que hacían allí estos animalitos... Muy buen estudio, gracias por compartirlo con nosotros y gracias también por tu comentario en mi blog. Saludos

Fernando Avila dijo...

Hola Javier:

Me asomo a tu blog para que entre algo de aire fresco montano en estas calurosas tardes de julio. Es cierto que las mariquitas son fáciles de ver y reconocer en cualquier lugar y altitud. Pero hay otros muchos insectos que pueden ser transportados por las brisas de valle y que no vemos tan fácilmente.
Pienso que la mariquita sobrevive por varias razones. Su cuerpo acorazado donde patas y antenas se pegan al cuerpo a la menor señal de alarma. Poseen colores negro y rojo avisadores de peligro y, por último, la hemolinfa que desprende al tocarla debe ser repugnante para cualquier predador. Otros muchos insectos no consiguen sobrevivir en esos ambientes tan críticos y desaparecen.

Abrazos,

Fernando

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Gracias a ti, Natalia, por pasarte-pasearte por aquí. Desde luego que intriga tanta mariquita allá arriba.
Saludos para ti.

Hola, Fernando.
En efecto, las mariquitas no son los únicos insectos que llegan hasta la alta montaña llevados por el ascenso de la brisa de valle. Eso se comprueba fácilmente en los neveros, donde muchos de ellos quedan atrapados. No obstante, las mariquitas son (por su coloración y diseño) los más atractivos y fáciles de reconocer.
Como bien indicas, no les falta recursos frente a posibles depredadores (tanto en montaña como en tierras bajas)...pero sigue siendo sorprendente esa capacidad de algunas de ellas para soportar las duras condiciones climáticas del invierno-primavera en la alta montaña llegando a vivir hasta el siguiente verano. Es posible que su diseño hemisférico (como un iglú) les ayude, al menos, a mantener mejor la temperatura...¡Queda tanto por saber!
Abrazos fuertes para ti.
Gracias por tu aportación.

Lluís Sogorb dijo...

Curiosísimo comportamiento este de las mariquitas que desconocía. Cuánto aprende uno visitando blogs como el tuyo. A ver si lo hago más regularmente, pues te tenía un poco abandonado.
Las entradas precedentes tampoco tienen desperdicio.
Saludos y buen verano.
Lluís

Javier G. Pérez dijo...

¿Cómo era eso de…mariquita el último?
Menos mal que te has tomado la molestia y, has tenido la fortuna por tu amor a las alturas, de toparte con esta incógnita tan interesante sobre las mariquitas. No las he visto a tanta altura pero, si esas concentraciones multitudinarias en el balneario de Jaraba en Zaragoza. Concretamente en el velador, agrupadas en las ramas de algunos árboles. ¿Serán las dolencias de su vejez? Entre las heladas cumbres del Pirineo y un balneario para pasar el invierno…está claro ¿no?
Bromas aparte, muy agradecido por desvelar este interesante enigma, hasta ahora, claro.
Siento llegar tarde.

Saludos.

marce dijo...

Creo que las mariquitas son las invetoras de la trashumancia.

saludos. y buen día.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

¡Hola Lluís!
Gracias por pasar por aquí. Yo también tengo que pasearme por tus hermosas imágenes.
Nos vemos, con un buen verano de por medio.
Saludos.

Tranquilo, Javier, que no llegas tarde...que hay mariquitas para rato.
Me llaman la atención esas otras mariquitas de balneario, tan sibaritas ellas. ¿Se concentran en verano o ya en otoño? lo digo por cotillear...
Mis saludos para ti.

Bueno, Marce...una trashumancia con billete sólo de ida, porque parece que las que suben ahí se quedan.
Quizá se le ocurra a alguien marcarlas para conocer mejor esos desplazamientos...¡Quién sabe!
Saludos y excelente día también para ti.

Santa dijo...

Hola Javier,

Las mariquitas dan un toque de alegría a la montaña.

Me gusta dejar que suban por mis dedos hasta que echan a volar!

Un abrazo

El tejón dijo...

Magnifico blog este que satisface la curiosidad que me invadio en mi última ruta hasta la cima de Peña Labra, donde apenas pudimos sentarnos para comer debido a la plaga de mariquitas que revoloteaban a nuestro alrededor.
Un saludo.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

¿Qué tal, Santa?
Sí, esa sensación que da una mariquita subiendo por el dedo casi lo convierte a uno en una montaña.
Otro abrazo para ti.

Muchas gracias y bienvenido, El tejón.
Veo que vuestra ascensión tuvo lugar el mismo día 26 de junio en que un servidor también se encontraba con mariquitas en la alta montaña de Guadarrama. Fue un día caluroso y el sol calentó bien las laderas levantando la brisa de valle, probablemente, con más energía...y más viajeras accidentales de lo habitual.
Otro saludo para ti.

Teté M. Jorge dijo...

Que interessante o seu relato divertido e até romântico sobre a existência das joaninhas, Fcº Javier.
Eu gosto muito de observá-las e me encanto com as cores vivas e a leveza com que voam... são tão delicadas...
Bom fim de semana.
Um beijo afetuoso.

Teté M. Jorge dijo...

Que relato interessante... eu não conhecia esse comportamento das joaninhas. Aqui temos de vários tipos e cores... são tão lindinhas...
Obrigada por seu conhecimento compartilhado.
Um beijo carinhoso.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muchas gracias, Teca, por tus comentarios. Lamento no haber contestado antes...pero estaba de vacaciones en la montaña.
Las mariquitas siempre son insectos muy populares y suelen recibir nombres cariñosos. No conocía ese nombre tan simpático que tienen en Brasil.
Otro afectuoso beso para ti.
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Muito obrigado, Teca, por seus comentários. Lamento não ter respondido antes ... mas estava de férias nas montanhas.
Joaninhas são insetos sempre muito popular e muitas vezes recebem nomes de animais. Eu não sabia que nome tão bom ter no Brasil.
Outro beijo carinhoso para você.

Teté M. Jorge dijo...

Me desculpe ter publicado um segundo comentário. Eu achava que ainda não tinha feito.
Obrigada.
Um beijo carinhoso.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

No importa, Teca. Es un placer (doble).
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Não importa, Teca. É um prazer (duplo).

Josélez dijo...

Bueno, bueno... Javier. Qué reportaje más interesantísimo. Qué gusto da pasear por tu blog. Aunque me repita, es que siempre aprendo un montón.Por no hablar de tu forma de expresarte y tu redacción, tan imaginativa y llena siempre de datos interesantes. Nada, lo dicho, un gustazo...

Por cierto, no sabía yo nada de esto, me he quedado de piedra. No imaginaba que las mariquitas tuvieran tantos secretos.

Un abrazo, Javier

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

¡Qué alegría, Josélez! Veo que los vientos del Sureste te traen de nuevo hasta este último rincón...ahora plagado de mariquitas.
Estos insectos, no por ser tan populares dejan de tener sus secretos...bueno, como todo(s) en la Vida.
Muchas gracias por dejarte caer por aquí con tus amables comentarios.
Otro abrazo para ti.

OceanoAzul.Sonhos dijo...

Adoro estes bichinhos, tenho um carinho especial por eles. Gostei de passar aqui e ler o seu texto. As fotos muito boas. Parabéns pelo blog.

Um abraço
oa.s

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

Muito obrigado pela visita, OceanoAzul.
A simpatia que causam as joaninhas é digno de estudo. Poucos insetos têm o mesmo sucesso de nossa espécie.
Outro abraço para você.
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Muchas gracias por la visita, OceanoAzul.
La simpatía que provocan las mariquitas es digna de estudio. Pocos insectos tienen la misma fortuna ante nuestra especie.
Otro abrazo para ti.

diminuto blog dijo...

:-o

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

EsÖ mismÖ dije yÖ.
Saludös, Diminutö